Matías Vuoso, atacante del América, reapareció ante los micrófonos y dijo que gustoso asume la posición de chivo expiatorio si eso reditúa algún provecho a su club: Si tengo que ser el villano, si eso sirve para que mis compañeros jueguen mejor y el equipo esté bien, ¡que me mienten la madre todos! Ya me acostumbré!

El argentino naturalizado mexicano no había hablado ante la prensa tras su polémica declaración, cuando aseguró que las Águilas no jugaban a nada, la cual prácticamente significó la salida del técnico Carlos Reinoso y acentuó la crisis del equipo, que este miércoles cumple 95 años, ubicado en el lugar 16 de la tabla general.

El delantero, quien tampoco ha jugado los recientes partidos, reconoció ayer en Coapa que su imagen está afectada especialmente por su bajo rendimiento.

“A veces me da ‘cosa’ salir a la calle. Tengo tres hijos y no me gusta sacarlos por miedo de que algún desubicado diga algo. Yo respeto a todos, trato de no juzgar a nadie, pero es difícil salir con ellos cuando las cosas no van bien... También soy hincha de algún equipo y lo entiendo”, señaló.

Aseguró tener buena relación con el entrenador Reinoso: “Terminamos bien, al otro día estábamos riéndonos... A mí me pareció eso –que dije–, pero seguimos siendo amigos: me enteré que estaba un poco mal de salud y deseo que se recupere y se ponga de la mejor forma, porque con la capacidad que tiene pronto encontrará trabajo”.

El ex jugador de Santos rechazó que el mal paso del América empañe la historia del equipo: No es el momento ideal, las cosas no están de lo mejor, pero no deja de ser el aniversario del club más grande de México y la historia no se mancha con esto.

Admitió sentirse en deuda por no haber cumplido con las expectativas cifradas en él: “El año pasado no fue tan malo, hice 17 goles, pero éste jugué los primeros cinco, dos completos, van 11 fechas, me lesioné, después lo que diga la gente está en su derecho.

Uno hace la reflexión: me faltó. Las redes sociales: hace mucho no veo ni leo. ¿Que si yo divido al grupo? eso lo tendrían que preguntar a mis compañeros.

Sostuvo que en el plantel sólo prevalece el ánimo y muchas ganas de salir de esta situación. Lo veo en la cancha, en el estadio, en el vestuario. No se nos están dando las cosas, pero todos queremos salir adelante.

Sonriente concluyó: De lo que más orgulloso estoy es de lo que soy; puedo hacer goles o no, pero me considero buena persona. Trato de dar todo, a mí me enseñaron eso desde chiquito, después las cosas salen o no, porque estamos en un equipo.