Madrid, 13 de octubre. El valor de las acciones de Sacyr Vallehermoso, la constructora a la que la actual dirección de Petróleos Mexicanos (Pemex) decidió sumar sus votos para tener mayoría en el consejo de administración de la petrolera española Repsol, tocó este miércoles niveles mínimos en cinco años. Mientras, la compañía trata de ganar tiempo para pagar una deuda por 4 mil 900 millones de euros, que vence el 21 de diciembre y cuyo proceso de renegociación la podría obligar a desprenderse de algunos activos en la petrolera española.

Este jueves, las acciones de Sacyr en el mercado bursátil español cotizaron al cierre en 5.16 euros, 2.18 por ciento menos que el día previo. Hace cinco años, cuando la empresa adquirió con un préstamo 20 por ciento de las acciones de Repsol, los títulos se negociaban en 54 euros por unidad. La variación representa, en el periodo, una pérdida de valor de 90.4 por ciento.

Los bancos acreedores de Sacyr plantearon a la empresa constructora deshacerse de algunos de sus activos en Repsol para liquidar la deuda, que fue contratada hace cinco años precisamente para pagar la compra de una quinta parte de las acciones de la compañía petrolera, publicó la prensa española.

El grupo de bancos extranjeros que participa en el crédito de 4 mil 900 millones de euros que Sacyr tiene asociado a su participación en Repsol, sugirió al grupo constructor realizar desinversiones para reducir su deuda, publicó el diario español Expansión, que cita como fuente a la agencia Europa Press.

Esta semana se reunieron representantes de Sacyr y de los más de 40 bancos que forman el crédito sindicado que la compañía constructora contrató para comprar 20 por ciento de las acciones de Repsol.

Fuentes bancarias citadas por Europa Press en la nota publicada por Expansión indicaron que las entidades financieras propusieron a Sacyr vender activos o desinvertir parte de la participación de 20 por ciento que el grupo constructor, presidido por Luis del Rivero, tiene en Repsol.

El objetivo final sería reducir el monto total a refinanciar y solventar así la reticencia que algunas entidades, fundamentalmente las extranjeras, han mostrado a la hora de renovar su participación en el crédito, citó la publicación.