Teherán, 13 de octubre. El ex presidente de Irán, Mohammad Jatami, advirtió hoy al gobierno de Mahmud Ajmadineyad sobre un posible ataque militar de Estados Unidos, tras las acusaciones de que Teherán está involucrado en un complot para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington.

Nuestros representantes políticos deberían ser cuidadosos y no dar a Estados Unidos ningún pretexto para que ponga en su punto de mira nuestra seguridad e integridad territorial, dijo Jatami.

Tras ocho años en la presidencia, que concluyó en 2005, Jatami se convirtió en una de las figuras más destacadas de la oposición y ha acusado a Ajmadineyad de haber generado crisis internacionales innecesarias con declaraciones polémicas y poco respetuosas.

Estoy preocupado porque los pretextos para iniciar campañas contra Irán aumentan continuamente y una escalada del actual pretexto y el uso de un lenguaje hostil podría tener consecuencias que eventualmente sólo dañarían a la población iraní, sostuvo el ex mandatario.

Jatami rechazó las acusaciones estadunidenses y señaló que sólo se trata de una conspiración del gobierno de Washington para obtener ventaja, de cara a las próximas elecciones presidenciales.

Deberíamos estar todos unidos frente a posibles amenazas contra nuestro país y nuestra gente, pero al mismo tiempo, debemos ser más cuidadosos y no dar pretexto para que hagan acusaciones contra nosotros, dijo el clérigo de 68 años.

Por su parte, Arabia Saudita declaró que responsabilizará a Irán por cualquier acción hostil y condenó lo que llamó un cruel plan para matar al enviado del reino árabe en Washington.

El ministro de Relaciones Exteriores saudita, el príncipe Saud Faisal, acusó a Teherán de buscar influencia en el exterior a través del asesinato y el caos.

Faisal dijo que esta no es la primera vez que Irán es sospechado de actos similares y condenó a la república islámica por intentar intervenir en asuntos de los países árabes.

La Liga Árabe condenó a través de un comunicado el supuesto atentado.

Estos actos, que violan los valores religiosos y los principios humanos, minan los esfuerzos para promover la paz y la seguridad internacionales y la estabilidad en Medio Oriente, señaló el texto difundido en El Cairo.