no de los procesos autonómicos más notables del país es la experiencia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (policía comunitaria), nacida hace 16 años en la Montaña y Costa Chica de Guerrero. Este fin de semana, en la celebración de su aniversario, trascendieron las diferentes corrientes que existen en su interior: la que se pronuncia por la construcción de la autonomía al margen del Estado, y la que trabaja por mayor acercamiento con las instituciones, no sólo en el ámbito de la gestoría, sino también en cuanto a la relación política con los diferentes niveles de gobierno.

La 30 reunión del Congreso Nacional Indígena (CNI), la casa de los pueblos, tribus, naciones y barrios indios de México, se haría durante el aniversario de la policía comunitaria, pero por decisión de representantes de los pueblos que asistieron a Paraje Montero, en el corazón de la Montaña guerrerense, no se efectuó por la intromisión de autoridades estatales, que hicieron presencia en el acto la mañana de este viernes.

El secretario de Seguridad Pública de Guerrero, Ramón Almonte Borja, no perdió oportunidad de, literalmente, llegar a tomarse la foto con representantes de la comunitaria; aunque por decisión de los pueblos se retiró y no participó en la inauguración. Su presencia, sin embargo, ya había causado el resquemor que seguramente el funcionario previó y hasta organizó, en un encuentro en el que participan pueblos que luchan contra los proyectos que, desde los gobiernos, los están despojando de su territorio. El alcalde de Malinaltepec tampoco desaprovechó la oportunidad y entregó en público un cheque de apoyo a la comunitaria, regalando una imagen de la vieja y desgastada política oficial.

La estrategia gubernamental, avalada por alguna corriente de la CRAC, no tuvo el desenlace esperado desde arriba, pues aunque la reunión del CNI no se efectuó, los representantes de los pueblos, tribus y naciones que se trasladaron desde varios puntos de la República, reflexionaron en las mesas de trabajo y acordaron estrategias conjuntas para salir fortalecidos de este encuentro, en momentos en que la represión y el despojo contra los pueblos indios se ha recrudecido. El repudio a concesiones mineras en territorio comunitario de Guerrero, en la región sagrada de Virikuta, en Oaxaca, y en otros lugares del país, así como la denuncia de los asesinatos en Ostula, Michoacán, y la criminalización contra los comuneros de Mezcala, Jalisco, fueron temas presentes durante el primer día de trabajos.

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