Trípoli, 17 de octubre. Los insurrectos libios anunciaron haber tomado el centro de Bani Walid, uno de los últimos bastiones del coronel Muammar Kadafi, aunque todavía no tienen el control total de la ciudad, que junto a Sirte es de los últimos puntos que oponen resistencia armada al Consejo Nacional de Transición (CNT).

Hemos llegado al centro de la ciudad (de Bani Walid), aseguró el coronel Abdulá Naker, jefe del Consejo Revolucionario de Trípoli, a la agencia Reuters. Combatientes que participaron en el asalto confirmaron haber entrado a la ciudad.

Bani Walid es la tierra ancestral de la tribu Warfalla, una de las más influyentes de Libia, con mayoría de partidarios de Kadafi, la cual tiene casi un millón de miembros, en una población de seis millones de habitantes.

Un reportero de la cadena Al Jazeera dijo que el CNT controla 95 por ciento de la ciudad de Bani Walid, con base en datos suministrados por comandantes de las milicias.

Además del ataque militar, los oficiales del CNT han estado negociando con los líderes tribales dentro de Bani Walid para lograr su rendición. Un grupo que dijo representar a la población de Bani Walid ofreció una tregua al CNT el lunes.

A cambio de prometer lealtad al CNT, los grupos tribales dijeron que tomarían el mando de la ciudad, pero demandaron que los insurrectos retiren sus fuerzas.

Por otra parte, el canal sirio Arrai confirmó la muerte de Jamis, hijo menor de Muamar Kadafi, información que el CNT había anunciado a finales de agosto.

En Siria, soldados mataron el lunes a cuatro personas en ataques a opositores al presidente Bashar Assad en distritos de la ciudad central de Homs, dijeron residentes y activistas.