La radio y televisión mexicanas nunca se han asumido como un poder por encima del Estado, a pesar de lo que digan los detractores, los radiodifusores de México somos soldados civiles de la patria, siempre al servicio de la sociedad y de las instituciones, afirmó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), Tristán Canales, ante el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, durante la inauguración de la 53 Semana de la Radio y la Televisión.

El funcionario aseguró que los radiodifusores no trabajan en la clandestinidad y nunca han exigido trato excepcional, discriminatorio o fuera de la ley; cumplen con sus obligaciones, incluso las que nos han sido impuestas sin justificación o por motivos de control o de revancha política.

Dijo que sobre la actuación de los radiodifusores no caben confusiones ni interpretaciones perversas, la defensa de nuestros intereses es parte de la democracia y del estado de derecho, y por eso nos oponemos firmemente a las arbitrariedades, a la tolerancia de la ilegalidad, a la regularización, por excepción, como producto del chantaje y de la presión política.

Canales pidió a Blake Mora llevar el mensaje al presidente Felipe Calderón de que la industria de la radio y televisión en pleno refrenda su compromiso con México y sus instituciones.

La reunión de los radiodifusores se da en medio de una relación ríspida con el IFE, el comienzo del proceso electoral, el inicio de una polémica transición tecnológica a la televisión digital terrestre (TDT) con beneficios como el multiplexeo, la posibilidad de que se liciten una o dos nuevas cadenas de televisión abierta, y de que se avance en la migración de estaciones de radio de AM a FM y que el Estado disponga de ese espectro para otros usos.

Con ese escenario, Tristán Canales dijo que el gobierno de Felipe Calderón se ha empeñado en enfrentar los problemas, pagando en ocasiones un alto costo por decisiones urgentes que no son necesariamente populares, y aseguró que le ha cumplido a México, al igual que la industria de la radio y la televisión.

El ejecutivo envió un mensaje a quienes llamó los detractores de los radiodifusores, al señalar que nunca se han asumido como un poder por encima del Estado, somos empresarios que generan riqueza y empleos desde una concesión pública. Pero lo hacemos cumpliendo con todas y cada una de nuestras obligaciones, incluso las que nos han sido impuestas sin justificación o por motivos de control o revancha política.

Aseveró que en 90 años de existencia se han conducido con legalidad y que cada una de las empresas afiliadas a la CIRT son resultado de procesos públicos apegados a la legalidad. Nunca hemos trabajado desde la clandestinidad y mucho menos hemos pedido un trato excepcional, discriminatorio o fuera de la ley. Por el contrario, con la fortaleza de la razón públicamente y de cara al país entero, hemos defendido nuestros derechos y asumido nuestras obligaciones.