Desde 2006, el cáncer de mama es la principal causa de muerte de mujeres por tumores malignos en el país. En 2009 se reportaron casi 14 mil nuevos casos, es decir, más del triple de los registrados en 2001, y la tendencia sigue en aumento, señala información de la Secretaría de Salud (Ssa). Cada dos horas una mujer fallece por esta enfermedad.

Son varios los factores que inciden en el crecimiento del mal, entre otros, la falta de una detección temprana y de información entre las mujeres sobre la importancia de la autoexploración mamaria a partir de los 25 años de edad y la realización de mastografías después de los 40 años, con la finalidad de detectar cualquier anormalidad de manera temprana.

La situación del cáncer de mama en la actualidad es muy parecida a la que existía en los años 90 con el cáncer cérvico uterino, el cual era desde entonces y hasta hace cinco años la primera causa de defunción de mujeres por tumores malignos.

No fue sino hasta que se emprendió un programa nacional de prevención, detección oportuna y tratamiento que fue posible empezar a reducir la mortalidad por esta causa. Para ello fue necesario revertir las carencias en la infraestructura de salud que impedían realizar una detección temprana por medio del Papanicolau.

También se requirió comprar equipos de exploración, de laboratorio, formar expertos en el procesamiento de las pruebas y lectura de resultados, así como en la preparación de oncólogos.

Hoy el cáncer de mama plantea un problema similar, pues no existen en el país mastógrafos en cantidad suficiente ni menos aún expertos en el manejo y lectura de resultados. Así lo han reconocido las autoridades sanitarias.

Médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del tumor aseguran que la mayoría de las pacientes llega a los hospitales en estadios muy avanzados de la enfermedad, cuando es prácticamente incurable.

Este miércoles es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama; sin embargo, a pesar de la gravedad del problema el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2012 plantea como meta alcanzar una cobertura de 16.2 por ciento en las pruebas de detección del tumor.

No obstante, se reconoce la gravedad de este problema de salud pública, por lo que es uno de los programas prioritarios del gobierno federal. De ahí que a partir de 2007 se encuentre entre los padecimientos cubiertos por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Esto ha permitido que 98 por ciento de las mujeres que llegan a los servicios especializados de salud concluyan su tratamiento y que la sobrevida sea de más de 90 por ciento a cuatro años de seguimiento.

Ayer, el titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), David García Junco, dijo que en este periodo han sido atendidas 26 mil pacientes, en quienes el fondo ha invertido más de 4 mil millones de pesos.

Al respecto, Alejandro Mohar, director del Instituto Nacional de Cancerología, comentó que en 2005 se recibieron 600 pacientes en ese nosocomio, de las cuales 200 abandonaron las terapias a los seis meses por falta de recursos económicos. En 2010 llegaron 900 mujeres y la deserción fue menor a 10 por ciento.