Su más cercano contendiente, Hermes Binner, logra 16.87%; ofrece oposición responsable
El gobernante Frente para la Victoria tendrá mayoría en el Congreso y gana 8 gubernaturas
Martes 25 de octubre de 2011, p. 28
Buenos Aires, 24 de octubre. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acompañada en la fórmula presidencial por el economista Amado Boudou, consolidó su posición alcanzando 53.96 por ciento de los votos con una diferencia de 37 puntos sobre su seguidor inmediato, cuando ya se ha escrutado 98.25 por ciento de los sufragios, y como efecto de su triunfo arrasador tendrá mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores, donde la suma de la toda la oposición no alcanza para quebrar el quórum.
De esta manera, el Frente para la Victoria (FpV) obtuvo ocho puntos sobre la suma de los seis candidatos de la oposición, que alcanza 46.04 por ciento.
En una declaración las últimas horas, su inmediato seguidor, el socialista Hermes Binner, gobernador saliente de la provincia de Santa Fe, quien encabeza el Frente Amplio Progresista, (FAP) y obtuvo 16.87 por ciento, anunció que hará una oposición responsable
y que en todas las cuestiones relativas a la vida nacional estaremos atentos para apoyar (al oficialismo) cuando sea necesario y cuando surjan temas relacionados a las políticas públicas tendremos alternativas para diferenciarnos, ya que creemos que hay otra forma de construir Argentina: no en blanco y negro, sino en celeste y blanco
.
En el reacomodo de fuerzas en las cámaras, la Unión Cívica Radical (UCR) tendrá la mayoría de la oposición, a pesar de ocupar el tercer lugar en los resultados electorales, con 11.15 por ciento, debido a los legisladores que continúan en sus bancas desde 2009.
Supera votación de Alfonsín
La mandataria obtuvo la mayor cantidad de votos desde el regreso a la democracia en 1983, cuando el ya fallecido líder de la UCR, Raúl Alfonsín, ganó con 51 por ciento.
El efecto Cristina
, como lo denominan algunos analistas, logró el triunfo del gobernante FpV en todo el país, que pudo imponer ocho de los nueve gobernadores que ayer se eligieron. En las anteriores elecciones gubernamentales, el oficialismo obtuvo la mayoría de gubernaturas.
Las sorpresas son varias. El ex presidente Carlos Menem, de La Rioja, pidió a sus seguidores en esa provincia que cortaran boletas a favor de la presidenta, y logró quedar él mismo en la renovación de un tercio de la cámara alta alzándose con las dos bancas de senadores por la mayoría, pero la compañera de fórmula de Menem, Hilda Aguirre de Soria, actualmente es diputada nacional por el FpV.
De esta manera, el FpV tendría 32 senadores propios y sumados los aliados más cercanos alcanzaría los 37 necesarios (sobre 72) para el quórum que permita abrir las sesiones en el recinto.
El gobierno logró mantener los resultados que había obtenido en las primarias abiertas del 14 de agosto, al retener las bancas por la mayoría que arriesgaba en las provincias de Buenos Aires, San Juan, Jujuy, Santa Cruz y Formosa, donde también recuperó la banca de una senadora que había renunciado al bloque kirchnerista para sumarse a la oposición.
El bloque oficialista recuperará el control de la cámara alta y de sus comisiones legislativas, ahora en manos de los distintos grupos de oposición que se habían unido para obstaculizar al gobierno. Y en diputados se alza con una amplia mayoría que le permite quórum propio.
Como otro efecto del triunfo, que en la provincia de Buenos Aires arrasó con 55 por ciento de los votos con la fórmula del actual gobernador Daniel Scioli, y Gabriel Mariotto, hombre clave del oficialismo en la dura pelea por la Ley de Medios, Hilda González de Duhalde, quien encabeza una dura oposición, perdió su banca de senadora por esa provincia.
Su esposo, el ex presidente Eduardo Duhalde, que había derechizado al máximo su discurso y contaba con el apoyo de militares y policías de la pasada dictadura (1976-1983), sólo obtuvo poco más de 5 por ciento en todo el país.
En el cuarto lugar se colocó Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, y en el sexto lugar, con poco más de 2 por ciento, la izquierda radical encabezada por el Partido Obrero. En el último lugar Elisa Carrió, de Coalición Cívica, con 1.24 por ciento.
El empresario derechista Francisco de Narváez, que acompañó a Alfonsín en la Unión por el Desarrollo Social (Udeso) en las primarias, se fue en esta elecciones con Duhalde y sólo obtuvo 20 puntos como candidato a gobernador junto a Duhalde, más de 40 puntos abajo de Scioli.
Esto da la pauta de las características de este triunfo casi sin precedentes por la rápida recomposición del oficialismo gobernante, que enfrentó una tormentosa oposición –incluso un golpismo encubierto de poderosos ruralistas entre marzo y julio de 2008– encabezada por los grandes medios de comunicación del poder hegemónico, como señalan varias analistas locales.
Curiosamente en la provincia de Santa Fe, donde gobernará Binner hasta diciembre, en la elección presidencial ganó también Fernández de Kirchner, aventajando a este último en tres puntos.
El director del diario Tiempo Argentino, Roberto Caballero, señala en su editorial del día que con la avalancha de votos que recibió Cristina quedó en claro que todos los que daban por agotada la experiencia kirchnerista en los últimos años hablaban, en realidad, de su propio agotamiento. Los profetas del fin de ciclo recogieron ayer en las urnas un golpe que los redujo a negadores maniáticos de la realidad
.
Añade que la presidenta piloteó sucesivas crisis en un país donde se decía que “ningún presidente soportaba más de tres portadas adversas del diario Clarín”, enemigo acérrimo del gobierno, y ella soportó más de 400
páginas adversas de ese medio.
El oficialismo también ganó en 135 de 136 municipios del conurbano bonaerense, y escribió otra página de la historia y en esta capital.
Otra de la importantes señales es que en esta votación se incorporaron un millón 200 mil jóvenes, que trajeron un aire fresco y que mayoritariamente apoyaron el cambio que significa, de acuerdo con lo que se analiza aquí, un gobierno que ha roto todos los marcos previsibles
. Por eso ayer fueron mayoría los jóvenes en una multitud que festejó hasta la entrada de la madrugada este triunfo que consideraron propio. Por primera vez ingresarán varios de la nueva juventud peronista al Congreso.