El presupuesto para el campo debe tener perspectiva de género, pues las mujeres rurales han asumido la producción de alimentos ante la migración de los hombres, pero no tienen acceso a programas como el Procampo ni al crédito, dijo Yuritzin Flores, de Oxfam México.

Al dar a conocer los resultados del estudio Las mujeres alimentado al mundo comentó que, al no ser propietarias de la tierra, las mujeres son marginadas de los programas enfocados a la producción, y los recursos a los que acceden tienen un enfoque asistencialista.

No hablo de fracasos de los programas dirigidos a las mujeres desde diversas instituciones, sino del atraso en abordar el tema del presupuesto para el sector agropecuario con perspectiva de género; de darse a las mujeres el apoyo tecnológico y financiero, así como reconocer su derecho a organizarse en actividades agrícolas y pecuarias, la producción de alimentos podría elevarse en 20 a 30 por ciento.

Trato marginal a mujeres

Las mujeres, indica el estudio, viven un trato marginal en capacitación, asistencia técnica, financiamiento y crédito; su poder adquisitivo es insuficiente, no son dueñas de la tierra y tienen poca representatividad en los espacios de toma de decisiones. No hay programas adecuados ni políticas efectivas para las diferentes actividades que llevan a cabo. Según datos de la Procuraduría Agraria, un millón 138 mil 969 mujeres poseían títulos de propiedad de 11.6 millones de hectáreas, pero sólo 2.5 de quienes presiden los comisariados ejidales son mujeres.

La Secretaría de la Reforma Agraria asentó que 81 por ciento de los beneficiarios de los programas sociales son mujeres rurales y en los pasados cuatro años destinó más de 3 mil 250 millones de pesos en apoyo al desarrollo de proyectos presentados por ellas. Otras instancias que destinan recursos a las mujeres son la Secretaría de Economía, mediante el Fondo de microfinanciamiento de mujeres rurales (Fommur); la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, con el programa de Organización productiva de mujeres indígenas; Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con el programa Hacia la igualdad de género y sustentabilidad ambiental, pero en ninguno se explica cómo se logrará reducir la brecha de desarrollo entre hombres y mujeres.