La Cámara de Diputados volvió a confrontarse, al mantenerse la no relección consecutiva de legisladores, durante una sesión en la que panistas y perredistas atribuyeron a Enrique Peña Nieto oponerse a suprimir esa prohibición, en un lance que la bancada pevemista respondió al recordar que en 2005 la abstención de la hermana del Presidente, Luisa María Calderón, impidió la misma reforma que el Partido Acción Nacional (PAN) defendió ayer.

La sesión se inició con un acuerdo de orden mínimo en las intervenciones, surgido del pacto de caballeros negociado por las bancadas, que perduró hasta que el PAN acusó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de porfiar en una reforma política mocha.

De ahí en adelante el pleno discutió durante cinco horas la reserva presentada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) al artículo 59 constitucional, para añadir al dictamen de las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales la relección consecutiva de legisladores, que fue rechazada por 237 votos; hubo 171 a favor y nueve abstenciones.

La intensidad con que inició, sin embargo, derivó en un amplio letargo, roto apenas por la solicitud de Julián Nazar (PRI) de que se borrara del Diario de los debates su afirmación de que si a Porfirio (Muñoz Ledo) le hacen un análisis de sangre, sale 90 de alcohol y 10 de botana.

Última de 20 oradores registrados para hablar sobre la reserva, la diputada Augusta Díaz de Rivera (PAN) subió a la tribuna para darle su raspón al PVEM, que es comparsa del PRI.

La legisladora cuestionó que el PVEM en un comunicado del 30 de julio expresara su acuerdo con la relección, pero que ayer siguiera las instrucciones del tricolor para rechazarla.

Acusaciones contra Cocoa

El coordinador pevemista, Juan Guerra Abud, reviró que si su bancada cambió de opinión, fue después de descubrirse los chantajes de Jonás Larrazabal, hermano del alcalde panista de Monterrey, Nuevo León, Fernando Larrazabal.

“Y ya que estamos hablando de este tema, Valentina, quiero decir que en la sesión del 10 de febrero de 2005 se discutió la relección en el Senado. Y en esa ocasión hubo 50 votos en favor y 50 en contra y la abstención de una senadora. Y aquí dejo el nombre: fue Luisa María Calderón Hinojosa, conocida como Cocoa”, afirmó.

La discusión osciló de la postura de la mancuerna PAN-PRD para recriminar que el tricolor no quiere apartarse de su origen y su destino; y la priísta respecto de que suprimir la prohibición constitucional sería el primer paso a volver a la relección presidencial o a formar una elite política que, en los próximos años, se convierta en una gerontocracia.

El PAN incluso defendió que antes de que lo hiciera Peña Nieto, legisladores panistas presentaron tres iniciativas en la actual legislatura para recortar el número de diputados y senadores, pero que siguen congeladas en comisiones por la oposición del PRI.

Felipe Solís Acero argumentó que la tendencia histórica del tricolor ha sido por el antirreleccionismo, que se refrendó en los documentos básicos aprobados en la 19 asamblea nacional, en Puebla, pero que se dejó fuera en los vigentes.

Por eso queremos salvar este problema interno mediante una consulta. Si es cierto que los ciudadanos exigen la relección, vayamos a preguntarles, planteó.

El vicecoordinador del PAN, Carlos Pérez Cuevas, afirmó que detrás del rechazo a la relección consecutiva está Peña Nieto y un sector priísta ensoberbecido con una victoria anticipada en 2012. No se sientan falsos cabalgadores del triunfo, ironizó.

Javier Corral Jurado (PAN), presidente de la Comisión de Gobernación, señaló que si el PRI modificó la minuta del Senado, en la cual sí se incluía la relección consecutiva, fue por instrucciones del ex gobernador mexiquense.

Corral atribuyó el cambio a la disputa de Peña Nieto con Manlio Fabio Beltrones por la candidatura presidencial del PRI, pero advirtió que mantener el esquema de elección de legisladores permitirá a los poderes fácticos influir en las decisiones del Congreso.

“Los poderes fácticos expolian por igual a los partidos y al poder constituido. Los someten a sus chantajes e intimidación. Sobre todo el duopolio televisivo, que amenaza al sistema democrático. Muy a mi pesar, he llegado a la conclusión de que hoy, como en ninguna época, están incrustados en las cámaras (del Congreso), que están divididas en porciones de intereses privados.

“Ya no están aquí íntegros los intereses partidistas. Antes se hablaba de la bancada de la CNC, de la CTM y de la CNOP. ¡Ahora aquí hay telebancadas!”

Ante la andanada, los priístas respondieron que aún sin la relección, algunos de sus militantes ilustres han permanecido por décadas en el Congreso, al pasar de una a otra cámara.

César Augusto Santiago Ramírez se presentó ante el pleno como ejemplo vivo: fue diputado federal por primera vez en 1980, cuando tenía 38 años, y lo ha sido en cinco ocasiones más. También ha sido asambleísta.

No obstante, apuntó que su relección alternada ha sido decisión de su partido, no de los poderes fácticos.

La relección que se quiere ahora es un asunto delicadísimo, porque si mantenemos la Constitución como está, se diluye el éxito de los cabilderos, que no querrán invertir en un diputado de tres años que no les garantice la inversión en sus campañas. Aquí lo que va a jugar es el dinero, resaltó.

Pedro Ávila Nevárez, quien fue diputado por primera vez a los 66 años en la 59 Legislatura (2003-2006), exclamó desde la tribuna: ¡No se hagan bolas! Ahorita no puede haber relección, no porque el PRI no quiere que haiga (sic), ¡sino porque es una trampa! El pueblo está cansado de lo que aquí hacemos, de siempre apoyando sinvergüenzadas que nos mandan desde Los Pinos.

A las seis de la tarde, la Cámara decidió continuar el debate por tres horas más, y antes de declarar un nuevo receso, el pleno se lio en una discusión sobre cuántas firmas deberá conseguir un ciudadano u organización para tener derecho a presentar iniciativas al Congreso.

PAN y PRD propusieron que el límite en el artículo 71 constitucional se fijara en 57 mil firmas (0.065 por ciento del listado nominal), pero el PRI lo mantuvo en 114 mil (0.13 por ciento), a pesar del reclamo de que ninguno de los 300 diputados de mayoría fue electo con 100 mil votos.

Maurilio Ochoa (PRI) cerró: Bueno, si los ciudadanos tienen dificultades para presentar sus iniciativas, ¡vayan con su diputado!