Jueves 27 de octubre de 2011, p. 20
En medio de abrumadora, desgastante e inédita discusión de la reforma constitucional en materia política en el pleno, y con el tiempo encima para elaborar un dictamen de Presupuesto de Egresos de la Federación 2012, los diputados federales hacían ayer cuentas del largo puente de siete días que se darán para celebrar el Día de Muertos. Durante el presente año, los órganos de dirección en San Lázaro –la mesa directiva, la Junta de Coordinación Política y la secretaría general– se otorgaron descansos inusuales, cobijados por el pretexto de que los días festivos de la Semana Santa y días de muertos se hallaban a media semana. En abril pasado los diputados se tomaron una semana de asueto para viajar a sus lugares de origen unos, y otros para darse unas vacaciones en el extranjero. El respeto de la tradición católica es un argumento de peso entre los legisladores, que de por sí descansan cinco meses y medio al año, cuando se decretan dos recesos en el trabajo legislativo.