Los primeros proyectos que el naciente Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) presentará al público son Tres igual a seis frecuencias abiertas, programa doble de seis coreógrafos, y Multitud, de la uruguaya Tamara Cubas.

Las funciones se efectuarán, en diciembre, en los teatros de la Danza, del centro Cultural del Bosque y de la Ciudad Esperanza Iris.

Raúl Parrao, quien fue nombrado director de la nueva institución para los próximos cuatro años, manifestó que el primer programa se estrenará el 3 de diciembre en el Teatro de la Danza.

Se trata de una pieza que dura 20 minutos, creada por Adriana Castaños (Sonora), Rolando Vite (Oaxaca) y Marco Antonio Silva (DF), coreógrafos con gran trayectoria y quienes heredan a las nuevas generaciones estilos diferentes.

El segundo programa, que se presentará a finales de febrero en el recinto de Donceles 36, Centro Histórico, está integrado por creadores jóvenes como Mauricio Nava (Guanajuato), Abigail Jara (Nuevo León) y Antonio Salinas (DF).

Tres igual a seis frecuencias abiertas está conformado por las piezas del mismo número de coreógrafos, que fueron invitados a formar parte del primer proyecto debido a que el nombramiento del coreógrafo y bailarín, Raúl Parrao, se realizó en julio y no hubo tiempo para convocar a un concurso.

El director del Ceprodac informó que en Internet ya está la primera convocatoria que invita a coreógrafos de danza contemporánea nacionales y extranjeros que residan en México y deseen realizar un montaje coreográfico durante 2012.

El otro proyecto que se desarrolla en las instalaciones del centro de producción es Multitud, propuesta coreográfica de Tamara Cubas en la que participan 15 bailarines mexicanos, la cual se estrenará el 13 de diciembre en el Teatro de la Ciudad de Esperanza Iris. Con esta obra se pretende generar un intercambio con Uruguay, adelantó Parrao.

Cubas explora la posibilidad de trabajar la heterogeneidad en la masa. A partir de la pregunta, ¿qué significa una multitud en el escenario?, la coreógrafa plantea el tema de la individualidad y cómo ha cambiado el concepto de masa.

Apertura a nuevas generaciones

El Ceprodac –con un presupuesto de 12 millones de pesos– nació como una contrapropuesta del gremio dancístico a la polémica intención del Instituto Nacional de Bellas Artes de crear una compañía de danza contemporánea tras la desaparición del Ballet Teatro del Espacio. Uno de sus objetivos es consolidarse como un centro de creación coreográfica, de investigación e impulso a la danza.

Raúl Parrao explicó que se trata de un espacio destinado a la experimentación e investigación para que el coreógrafo realice sus ideas al contar con el apoyo de 20 bailarines y dos salones para ensayar, así como los recursos necesarios para la producción de la obra.

“El espíritu del centro está abierto a las nuevas generaciones, a todas las propuestas sin importar su madurez creativa o su trayectoria; es un espacio que busca la versatilidad tanto en experiencia como en estilos.

Entrenamos a los bailarines en ballet, clásico, técnica rusa y contemporánea, porque se enfrentarán a diferentes estilos y distintos coreógrafos. Cada mes el entrenamiento en el centro cambiara, esto dependerá del estilo y la técnica del coreógrafo en turno, comentó el director de la institución.

Uno de los objetivos del centro de creación contemporánea es lograr una presencia en la República Mexicana, para que no sea un proyecto centralista.

“El Ceprodac –indicó Parrao– cuenta con 20 bailarines que audicionaron en agosto pasado. Son profesionales de la danza que se han formado en distintas partes del país, como Guadalajara, Monterrey, Veracruz, Mexicali, Morelia y Cuernavaca.”

En la primera fase audicionaron 100 bailarines, se realizó una selección de 50 y posteriormente se eligieron a 20.

Raúl Parrao agregó que existe una modalidad de coinversión con la cual compañías independientes que necesiten un músico, escenógrafo o algunos bailarines, el Ceprodac aporta los honorarios de los artistas que requieran para su producción, así como los bailarines.

Sonia Oliva, coordinadora artística del centro de producción de danza, manifestó que no existe un perfil de los bailarines, como formación similar o estética, ya que no son una compañía, sino un espacio para generar trabajos de danza.

El Centro de Producción de Danza Contemporánea tiene su sede en el tercer piso de la Escuela Ex Esmeralda (San Fernando 14, colonia Guerrero), cuyas instalaciones fueron remodeladas y ahora cuenta con dos salones de clases, un salón de juntas, tres cubículos, la oficina de la dirección, una cocineta y un área de enfermería donde una fisioterapeuta atiende las necesidades de los bailarines.