Washington, 28 de octubre. Unos 200 mexicanos fueron asesinados con armas que se introdujeron al país como parte de la operación Rápido y furioso, informó hoy el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Darrell Issa.

Estamos hablando de asesinados en ambos lados de la frontera. Se estima que unos 200 mexicanos fueron muertos por armas que nuestra administración, nuestro gobierno, permitió que pasaran, dijo Issa en una entrevista con la cadena CNN.

Issa, cuyo comité investiga el controvertido operativo y la participación de funcionarios federales estadunidenses, criticó la falta de disposición plena a cooperar, pese a que dos de las armas fueron usadas también para asesinar al agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry.

La investigación de Issa, legislador republicano por California, ha sido criticada por el demócrata de más alto rango del comité, Elijah Cummings, quien ha sugerido en público que la pesquisa de Rápido y furioso tiene fines políticos.

La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, criticó el jueves pasado en una audiencia legislativa la lógica del operativo y dijo que no se deben dejar fuera de control armas de alto poder.