¿Qué es y cómo se logra proteger la privacidad y los datos personales en la era de la globalización digital, sobre todo cuando aquellos pueden transferirse a una velocidad impresionante y constituyen un insumo invaluable para muchas actividades privadas, principalmente el comercio?

Responder a tal interrogante implica necesariamente construir estándares comunes para proteger tal información, y es un reto de dimensiones tales que ameritan discutirse a lo largo de una semana.

Se trata de la trigésima tercera Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad donde el tema de mayor importancia está en el cumplimiento de tales funciones, precisamente en la llamada era global y reunirá en la capital del país, a partir de mañana, a representantes de casi 60 naciones, tanto oficiales y gubernamentales como de instituciones garantes, expertos en la materia, organismos civiles, directivos de consorcios privados, de los principales sitios de Internet y de las redes sociales como Facebook y Google.

Plantea Jaqueline Peschard, comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información (Ifai): Hoy, tener una base de datos de posibles consumidores con un solo click para realizar el comercio, transacciones e incluso invertir, y que ese flujo no dañe la vida de las personas, su privacidad y la autodeterminación de cada una de ellas, lleva a trabajar efectivamente, para que ambas esferas convivan.

No se trata de decir aquí cierro la puerta y ya nada se transfiere, añade, sino de que las personas estén conscientes y acepten en todo caso el uso de su información en el momento de aportarla. Otra cuestión es qué ocurre con los datos personales otorgados anteriormente.

Es parte de las grandes discusiones hoy, y de ahí la importancia de que las empresas informen sobre el resguardo de los datos y especifiquen cuál es la finalidad de tenerlos, para dar a las personas la posibilidad de solicitar su retiro, digamos, de la lista de clientes.

Cada año, los responsables oficiales de diseñar las políticas de privacidad analizan nuevos temas sobre cómo garantizar el cumplimiento del derecho humano a la privacidad, y grupos de trabajo, discuten y elaboran análisis a partir de los cuales –y una vez votados en el seno de la conferencia– se formulan reglas básicas. A partir de ahí, cada organismo público se encargará de promoverlas para la legislación y las normas legales de sus respectivos países.

En entrevista con La Jornada, la doctora Peschard resalta que si bien México respecto a sus pares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) legisló 30 años después en esta materia –incluso cuando el organismo revisa ya en estos momentos tales lineamientos– tiene la ventaja de ser novedosa, moderna, y además se ha convertido en una especie de parámetro para América Latina.

Precisamente, el hecho de que por primera vez la conferencia se realice en un país latinoamericano representa la oportunidad de hacer de México el polo de atención para aquellas naciones sin legislación en materia de protección de datos y privacidad.

Y esto hace, de entrada, exitoso el encuentro, dice la presidenta del Ifai, anfitriona del evento.