En Baja California Sur integrantes de la Marina y la policía ministerial estatal se enfrentaron a balazos con un grupo de presuntos sicarios en un fraccionamiento del puerto de Cabo San Lucas la madrugada del sábado, lo que dejó un saldo de dos muertos –un marino y un delincuente–, así como tres policías heridos, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Detalló que como resultado de las indagatorias del homicidio del comandante de la policía ministerial del estado, Martín Márquez Ruiz, ocurrido el pasado día 25, se ubicó un domicilio entre las calles Závila y Meduso, del fraccionamiento Brisas del Pacífico en ese puerto; al llegar al lugar los elementos de la Marina y de la policía ministerial fueron recibidos a balazos y con granadas de fragmentación, por lo que el Ejército debió reforzar el operativo.

La procuraduría confirmó que el operativo comenzó la noche del viernes y se prolongó hasta el sábado. Uno de los policías lesionados recibió impactos de bala en las piernas, por lo que fue hospitalizado de La Paz.

Hubo dos detenidos y se incautaron armas, cartuchos y la pistola de cargo del comandante asesinado. El intercambio de disparos provocó pánico entre los vecinos del fraccionamiento Brisas del Pacífico, quienes se mantuvieron en sus casas.

El gobernador Marcos Covarrubias convocó una reunión extraordinaria del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública de Baja California Sur.

El sábado, alrededor de las 14 horas, hubo otro enfrentamiento entre agentes de seguridad y presuntos delincuentes. Las fuerzas armadas acordonaron la plaza Sendero, de Cabo San Lucas, y mantuvieron a los clientes en los comercios por algunas horas.

La Secretaría de la Defensa Nacional informó en un boletín que durante los hechos no hubo rehenes, muertos o lesionados.

La Secretaría de Gobernación confirmó lo anterior en un comunicado difundido el sábado; además, precisó que hasta el momento no existen elementos para relacionar estos hechos con los de la madrugada en la colonia Brisas del Pacífico.

Por otra parte, en diversos hechos violentos ocurridos en el país hubo 33 muertos en ocho entidades.

La mayoría de las víctimas ocurrieron en Chihuahua, donde además de seis muertos fueron detectados cinco cadáveres calcinados en dos fosas clandestinas en el rancho Enmedio, ubicado en el kilómetro 15.5 de la carretera al poblado de Rubio, municipio de Cuauhtémoc.

En Guerrero fueron ejecutadas nueve personas, cinco de los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición. La Secretaría de Seguridad Pública reportó que los crímenes ocurrieron en los municipios de Acapulco, Taxco, San Marcos y Coyuca de Benítez. Mientras que después de tres días de búsqueda, en la colonia Acapulco 2000, elementos de la Marina encontraron cinco cadáveres en estado de descomposición; tres de ellos tenían parte de sus cuerpos desprendidas.

En Nuevo León, al sur de Monterrey, un grupo delictivo acribilló en su domicilio al policía estatal Alejandro Cepeda Mendoza, a su esposa, Maricela Moreno Durán, y a su hija, Rosalba Lizbeth, de unos 20 años.

Las otras entidades donde hubo asesinatos son el estado de México, Sinaloa, Nayarit y Sonora, en que autoridades reportaron dos muertos en cada caso. Hubo una víctima más en Durango y otra en Jalisco.

También se reportó ayer el aseguramiento de droga en Baja California. Elementos de la policía estatal preventiva detuvieron a cuatro hombres en el Valle de Mexicali, y decomisaron un cargamento de droga y un aeroplano procedentes de Sinaloa.