Lunes 31 de octubre de 2011, p. 35
Nadie se quiere hacer responsable, ni el operador de la grúa ni los encargados del depósito vehicular ni el dueño del auto. Lo cierto es que cuando un vehículo es enganchado, trasladado a un corralón y sufre algún daño, alguien tiene que asumir la responsabilidad, asegura Liliana Figueroa Sánchez, subdirectora de Exigibilidad de los Derechos Ciudadanos de la Procuraduría Social (Prosoc), dependencia que este año aún tiene 54 casos en investigación por estas causas.
De enero a septiembre de este año, la Prosoc ha recibido 79 quejas ciudadanas por daños ocasionados a sus vehículos en arrastres de grúa concesionada al incurrir en alguna violación al Reglamento de Tránsito o durante su estancia en el depósito vehicular, o bien cuando estos han sido retirados de la vía pública por haber sido reportados abandonados como parte del programa Calidad de Vida a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública.
Liliana Figueroa detalló que el automovilista se da cuenta que hay un daño, generalmente cuando recoge su auto del corralón. Si éste es muy evidente, a veces los mismos encargados avisan a su supervisor y llaman a su seguro, pero en la gran mayoría de los casos no es así
: es entonces cuando tienen que acudir a la Prosoc.
En la dependencia necesitan presentar una carta de reclamación que describa los daños, los datos de la grúa o el corralón y toda la información que tengan. Si ya acudieron a un mecánico, les pedimos una cotización más los papeles del vehículo.
La funcionaria explica que muchas veces los conductores se niegan a retirar su vehículo hasta que se les resuelva el daño, pero sí es necesario sacarlo inmediatamente para que no paguen los días de multa que se acumulen.