La Armada de México dio ayer su versión sobre el enfrentamiento ocurrido el sábado en Cabo San Lucas, Baja California Sur, en el cual murieron un marino y un presunto delincuente, además de que tres policías ministeriales resultaron heridos. La descripción contrasta con la información difundida originalmente por el gobierno estatal sobre el lugar de los hechos.

La Marina informó que personal de la Armada, en apoyo a elementos de la Policía Ministerial de Baja California Sur, se enfrentaron con hombres armados en un domicilio de la colonia Cerro de los Venaditos en el puerto de Cabo San Lucas. En cambio, la procuraduría estatal señaló el sábado que, como resultado del homicidio del comandante ministerial Martín Márquez Ruiz –ocurrido el pasado 25 de octubre–, se ubicó un domicilio en las calles Závila y Meduso, del fraccionamiento Brisas del Pacífico.

Al llegar al lugar, indicó la procuraduría, elementos de la Armada y de la policía local fueron recibidos a balazos y con granadas de fragmentación, por lo que el Ejército Mexicano debió reforzar el operativo. Según la autoridad local, hubo un herido y un detenido en esa acción.

Los gobiernos estatal y federal además confirmaron que el sábado, alrededor de las 14 horas, ocurrió otro enfrentamiento en un centro comercial de Cabo San Lucas, entre agentes de seguridad y presuntos delincuentes en donde, de acuerdo con un comunicado del Ejército, no hubo rehenes, muertos o heridos. Según el último reporte oficial, no se tiene conocimiento de que este último hecho violento tenga relación con el acto que ocurrió en la mañana.

El procurador Gamill Arreola Leal y el secretario estatal de Turismo, Rubén Reachi Lugo, informaron ayer en conferencia que se instalaron retenes a las entradas de Los Cabos, pero que las actividades de los turistas y de la población se desarrollan con normalidad, por lo que descartaron versiones sobre la existencia de un toque de queda.

En tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional informó ayer de dos agresiones sufridas por soldados en el estado de Michoacán entre sábado y domingo, en los municipios de Tuzantla y Benito Juárez, en las que murieron cinco agresores.

En tanto, tres presuntos sicarios del crimen organizado perecieron y otros más huyeron, luego de enfrentarse la mañana del domingo con militares y policías estatales en la colonia Playa Linda del puerto de Veracruz, donde agredieron a balazos la sede de la policía intermunicipal Veracruz-Boca del Río.

Una vez que los atacantes abrieron fuego contra las instalaciones policiacas, fueron perseguidos por elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones, del Ejército y de la Armada de México. Durante la persecución, los delincuentes abandonaron una de las dos camionetas en que viajaban y hurtaron otra más, pero fueron interceptados entre las avenidas Icazo y Netzahualcóyotl, donde hubo un segundo enfrentamiento que concluyó con la muerte de tres agresores.

La procuraduría de Veracruz informó que se inició la averiguación correspondiente, pero omitió identificar a los fallecidos, y precisar el número de criminales que se dieron a la fuga.

Además de estas ocho muertes, entre sábado y domingo se documentaron otros 28 fallecimientos que tendrían relación con la delincuencia organizada, ocho de ellos en Nuevo León, siete en Chihuahua, cinco en Nayarit, cuatro en Morelos, dos en Guerrero –entre las víctimas figuró un menor que tendría entre 13 y 15 años, hallado atado de las manos, en la colonia ampliación Altamira de Acapulco– y dos en Coahuila.

(Con información de Jesús Aranda)