ara estar a tono con los tiempos que corren, esta sección adopta hoy el nombre de Occupy el Panteón. El autor de las calaveras es el profesor Benjamín Cortés Valadez, del Distrito Federal. La calaca de Moreira se debe a José Luis Morales, de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Ante apocalipsis fiero
que nos ha traído el PAN,
jamás hubo tanto afán
de gritar México entero:
“¡Muerte, sal de tu agujero,
ven a ayudarnos, Catrina,
con estos jijos termina
y ponte de nuestro lado
pa’ que a tanto desgraciado
ya lo mandes a la china!”

“Cifra de muertos parece
ya muy grande, de inocentes;
mas con estos delincuentes
no importa si un tanto crece;
ya ahí los vemos, rece y rece,
es hipócrita su pena:
ven, muerte, y de un tajo frena
a esta bola de bandidos
y con nombre y apellidos
que empiece mortal cadena.”

Felipe Calderón

Como Sicilia, la muerte
a Calderón hizo preso;
Me quiere dar otro beso
pensó y para nada advierte
que a tiros se queda inerte.
Por los muertos a millares,
por luto en tantos hogares,
la parca, en nuestra venganza,
sin más confesión lo lanza
a fosa común en Juárez.

Emilio Azcárraga Jean

Junto con levantacejas
negocio del dos mil doce
ya lo veía como goce
volviendo elogios las quejas
y en residencias, las rejas;
mas la muerte, quietecito
ya lo ha puesto y es un hito,
pues ora su novenario
es en el Dos y es a diario
con Joaquín, el Juay de rito.

Ricardo Salinas Pliego

Se murió Salinas Pliego
bajando del Chiquihuite;
yo creo que esto fue desquite
por Yo al 40 me friego:
pero hay gloria, no lo niego,
quien lo callara así peca,
de que al quedar carne seca,
Don Ricardo, ¡qué noticia!,
difundió la gran primicia,
Fuerza Informativa Azteca.

Carlos Slim

Don Carlos vino a palmar
el día en que por mala suerte
la muerte le gritó fuerte
con pobres se iba a mochar
y de ahí fue agonizar:
empezó a estar en un grito,
contonéandose todito
como hacen los tembeleques,
y para no firmar cheques
alegó mal de San Vito.

Ernesto Cordero

Dejó Hacienda convencido
de que por su actuar opaco
pero brillante en atraco
iba a ser el elegido;
la muerte, muy relamido,
sí lo eligió y, entre rezos,
ya lo volvió puros huesos;
mas vimos que maternal
le dio pa’ vida infernal
sus méndigos seis mil pesos.

Agustín Carstens

Agustín, hoy sí, concreto:
“México en problemas se halla
y peor, cuando ya se vaya
por ese despeñanieto”.
Al oír espot completo,
la muerte, que es la Fepade,
le dijo: “Es que usted invade
su trabajo con sus fobias”.
No hubo, por razones obvias,
quien al panteón lo traslade.

Humberto Moreira

Al líder de los priístas
le derrapó la razón,
se creía un estadista
y salió un vulgar ratón.
Nunca conoció el hartazgo,
nadie lo quiere por eso.
Cuando terminó su cargo
dejó a Coahuila hecha queso.
En este mundo embustero
lo que se mete se saca,
a pesar de su dinero
se lo arremangó La Flaca.

Santiago Creel

Aseguran los vecinos
que en las noches, por su cuenta,
pasaba a cobrar la renta
de su apoyo a los casinos;
y que por esos caminos
la muerte topó su espacio;
y le quitó lo reacio
mostrándole su mortaja:
era seda sin rebaja
y totalmente Palacio.

Marcelo Ebrard

Cambió de esposa y de ideales,
se volvió saludador
de un espurio, y tal amor,
de carnal no son modales;
la izquierda usó de pedales,
alcanzó velocidad,
llegó hasta la indignidad;
la muerte ante el desacato,
logró hacerlo candidato
pero allá, en la eternidad.

Elba Esther Gordillo

Su red de comisionados
fortalecía a Nueva Alianza;
que criticaran tal transa
la tenía sin más cuidados;
mas límites son candados
que rompe quien tanto traga,
y así la muerte con daga
la mató, y como Elba hacía,
firmó sin ortografía:
La que la ACE, la paga.

Josefina Vázquez Mota

¡Voy derecho y no me quito!,
decía osada, Josefina,
sin preguntarle qué opina
a la muerte ni un poquito;
como ésta tiene el prurito
de fingir aceptación
pero busca la ocasión
de reír de desatinos,
Chepina en vez de a Los Pinos,
ya va derecho... al panteón.

Joaquín El Chapo Guzmán

Obvio, con bellas chapitas,
gran protección militar
y en extranjero lugar,
del Chapo, las gemelitas;
para nada eran malditas
las milicias contra él
y hoy que está ya con Luzbel,
bien nos hemos enterado
que hasta esposa tenía grado,
se apellidaba Coronel.

Alonso Lujambio

Probó que es campo mostrenco,
sin dudar, la educación;
puede ir, sin vacilación,
ahí a pastar cualquier penco
y hasta soñar, el zopenco;
mas de Peter el principio
sabe muerte el participio
y siendo así, correctora,
le puso, y en buena hora,
punto final a este ripio.

Fernando Larrazabal

Los crímenes del Royale
apuraron su deceso;
¿Quién se ha llevado mi queso?
leía cuando el gran finale;
como no hay nadie que avale
a Fernando, va pa’ atrás,
vivo no dio para más;
y luego fue muy notorio:
que el PAN puso en el velorio
los tres videos de Jonás.

Chicharito Hernández

La exportación de sus piernas
fue lo mejor del sexenio;
Calderón lo volvió genio
con muchas palabras tiernas,
paliando broncas internas;
pero es británica flema
contagiosa en forma extrema,
y la muerte que lo espiaba
lo mató cuando le echaba
a sus tacos mucha crema.

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