La construcción de la línea 12 del Metro ha significado muchas dificultades, desde la obtención de recursos financieros hasta complicaciones propias de la ingeniería civil; sin embargo, un gobernante que no se propone metas ambiciosas no resolverá los problemas, señaló el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon.

Para verificar el funcionamiento de los sistemas electromecánicos y la energía eléctrica con el tren en circulación, la empresa constructora de la línea 12 realizó ayer una serie de pruebas previas a su entrada en operación. El ejercicio lo encabezó Ebrard Casaubon, junto con su esposa Rosalinda Bueso, integrantes de su gabinete y jefes delegacionales.

El mandatario se trasladó de los talleres de Tláhuac a la estación Nopalera, pasando por las paradas de Tlaltenco y Zapotitlán, a bordo de uno de los 30 trenes adquiridos expresamente para recorrer los 25 kilómetros de la línea 12, también llamada Dorada.

Sin precisar la fecha, el jefe de Gobierno del Distrito Federal dijo que esta línea entrará en operación en 2012, y se prevé que transportará casi medio millón de personas diariamente, quienes ahora invierten mucho tiempo y dinero para trasladarse a sus centros de trabajo.

Recordó que este proyecto se diseñó a largo plazo para brindar una respuesta eficaz de conectividad proyectada a décadas, por lo que planteó la posibilidad de hacer más líneas del Metro en todo el valle de México.

El director del proyecto Metro Línea 12, Enrique Horcasitas Manjarrez, reportó un avance de 84 por ciento en la obra. Detalló que cada tren tiene capacidad para transportar mil 680 pasajeros, que podrán conectarse con las líneas 2, 3, 7 y 8 por medio de las 20 estaciones de transbordo que forman parte de su recorrido.

Por otra parte, el director del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Francisco Bojórquez, informó que algunos de los 60 inmuebles adquiridos para la construcción de la línea 12 se encuentran en proceso de desincorporación, al mostrar interés sus ex dueños, quienes pagarán sólo el ajuste inflacionario para recuperarlos, aunque su valor comercial aumentó 200 por ciento y se les apoyará con el diseño arquitectónico.

Se trata, dijo, de recuperar 25 por ciento de lo invertido en este proceso de compra –alrededor de 100 millones de pesos– y evitar invasiones, por lo que los ex propietarios de los predios adquiridos por compraventa, expropiación consensuada o por la vía de lo contencioso en las delegaciones Tláhuac e Iztapalapa serán los primeros en participar en este proceso.

En caso de no contar con los recursos o no desearlo, se les solicitará su firma para venderlos a una tercera persona. Una vez concluida la línea serán restituidos a sus dueños 18 predios ocupados de manera temporal.