Representantes de 21 países integrantes del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y El Caribe (Cerlalc) comenzaron ayer la reunión ordinaria para analizar temas como el libro electrónico y el cambio que esto representa en el ámbito institucional, por ejemplo, garantizar recursos para las bibliotecas y la creación, señaló Fernando Zapata, director del organismo regional.

El arribo de la tecnología genera modificaciones desde el punto de vista financiero, de las normas penales, civiles o administrativas, pero ese cambio tiene que impactar a toda la sociedad en su forma de pensar y ahí las autoridades educativas y de cultura tienen un enorme papel, porque pensamos que como accedemos muy fácil al conocimiento mediante un click, éste nos llega como por arte de magia, señaló Zapata, al finalizar la inauguración, en la que participó Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y presidenta del consejo consultivo del Cerlalc.

Sin embargo, añadió Zapata, para que ese conocimiento llegue de esa forma y tenga impacto en la comunidad hay que hacer reformas desde el punto de vista económico: mayores recursos para la creación, para las bibliotecas, porque quién va a surtir todo ese caudal de información que demanda la red. ¿Gratis, como está la discusión hoy día? Pareciera que no, porque al final eso no genera un modelo sostenido.

Durante la reunión, que se realiza en el contexto del 40 aniversario del Cerlalc, cuyas conclusiones se conocerán el viernes, se analizan los proyectos de los países integrantes, incluidos España y Portugal, en materia de promoción de la lectura, el desafío del libro electrónico y las nuevas tecnologías digitales, y se discutirá el documento Hacia un manifiesto sobre el libro electrónico.

Se estudiará el programa técnico que da respuestas, porque como organismo especializado en lectura, libro y bibliotecas, debe dar guías a los gobiernos, orientar cuál es el camino en todo lo relativo a lo electrónico.

De la piedra a la digitalización

Ante el cambio tecnológico, expresó Zapata, el libro va a seguir como transporte del conocimiento, de información, de contenidos, pero no se nos olvide que hay tres grandes actores en materia de contenidos: los textos, las imágenes y los sonidos. Todo lo que suene, se ve o se lee constituye el gran contenido de la red, y dentro de ello ustedes pueden imaginar el papel del libro escrito.

Ese cambio tecnológico repercute en lo institucional que, como en el sistema de salud, garantice el acceso y en el que deben participar los gobiernos y el sector privado. Hay que mirar cómo vamos adecuándonos al entorno. Pensemos que, salvo la tradición oral o la cultura oral, el conocimiento del hombre siempre ha estado documentado sobre piedra, papiro o papel y por primera vez nos enfrentamos a este proceso cognitivo desmaterializado, digitalizado, eso nos cambia nuestra forma de pensar y, por consiguiente, de ser.

El Cerlalc no tiene estadísticas del crecimiento del libro electrónico en la región y eso es parte del cambio que debe darse a escala institucional, pues las cifras con las que prepara esa información se basan en datos aportados por instituciones encargadas del rubro.

“México, que yo conozca, no tiene cifras. Vamos a ver si en esta reunión nos dan información. El país tiene uno de los sistemas de estadística y formación más avanzados, lo que yo señalo es que estos informes –lo que conocemos de muchos países como las cuentas satélite de cultura– tienen que agregar esa información de cuál es el consumo de bienes en la red.”

El encuentro, que se realiza en el Museo Nacional de Arte, concluirá este viernes.