Buenos Aires, 2 de noviembre. Los ministros argentinos de Economía, Amado Boudou, y de Planificación Federal, Julio de Vido, anunciaron hoy la eliminación de ciento por ciento de los subsidios de agua, gas y electricidad que recibían financieras, bancos, casinos, aeropuertos internacionales, terminales de puertos fluviales y de pasajeros, empresas de telefonía móvil, hidrocarburos y minería, lo que significará un ahorro fiscal de unos 600 millones de pesos (unos 140 millones de dólares).

Se informó que una comisión conjunta de trabajo revisará y llevará el control y seguimiento de la prestación de los servicios incluidos en el régimen de subsidios del gobierno nacional, adecuando el esquema general cada 15 días e informando sobre los sectores a los que se hará una quita total o parcial de los mismos.

Otro anuncio es la transferencia del servicio de metro y premetro a la ciudad de Buenos Aires. Desde 2003, el gobierno nacional invirtió en este servicio del metro y premetro de la ciudad mil 700 millones de pesos (430 millones de dólares). En 2010 entregó un monto total de unos 160 millones de dólares, en subsidio.

El ministro de Economía y vicepresidente electo dijo que esta decisión, así como la que se tomó en un momento aún crítico (2003), tendrán un impacto positivo para el funcionamiento de la economía en el marco de la crisis mundial.

Explicó que se consideraron los criterios, de profundizar la distribución del ingreso y la industrialización... Tenemos las herramientas y sabemos cómo hacer para que el costo no recaiga sobre los usuarios.

Sostuvo asimismo que los subsidios deben estar guiados por un principio de equidad que siga mejorando la distribución del ingreso, como lo hicieron hasta ahora recordando que las políticas de subsidio habían servido en su momento para industrializar el país y crear 5 millones de puestos de trabajo, e incluir a vastos sectores que habían quedado fuera del mercado laboral.

El desempleo generado por el modelo neoliberal de los años 90 fue uno de los factores que derivaron en la crisis político-económica de finales de 2001, que paralizó al país.

Si en su momento los subsidios sirvieron para fortalecer la recuperación, ahora se trata del proceso contrario: terminar los subsidios para los sectores que no los necesitan y no abandonar a los otros, para los cuales la quita del subsidio significaría la pérdida del derecho universal de acceso a los servicios ,y evitar que se modifiquen las tarifas para la población.

Funcionarios de la Sindicatura General de la Nación señalaron que este reordenamiento aporta equidad, mientras algunos legisladores destacaron que ya era necesario retirar subsidios, cuando se han superado las mayores dificultades de otros tiempos y las empresas tienen grandes ganancias.

El vicepresidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Sebastián Eskenazi, consideró –en coincidencia con otros empresarios– que esta revisión era correcta para que los recursos llegaran a los más necesitados.

Otros sectores de empresas privatizadas, como Edenor, sostienen que se les retirarán los subisidios a los que tienen rentabilidad. No tiene sentido que se financie a aquellos que podamos pagar.

José Luis Lingieri, secretario general del sindicato de la empresa de agua, celebró la decisión y dijo que era injusto que los que más tienen paguen lo mismo que los de menores ingresos.