Expertos en protección de datos personales recomendaron poner en marcha desde mecanismos como el garrote, hasta el uso de la regulación de tecnologías y códigos de conducta para velar por el derecho a la privacidad de los ciudadanos.

A su vez, el director de la Agencia Española de Protección de Datos Personales, José Luis González, advirtió que el reclutamiento de menores por el crimen organizado a través de las redes sociales o Internet es un fenómeno complejo que debe abordarse no sólo con leyes, sino también involucrar acciones preventivas y educativas, además de labor de los padres de familia.

Los menores –indicó– son un colectivo especialmente vulnerable; el hecho de que incursionen en las redes sociales, donde aportan todo tipo de información personal, los coloca en situaciones de riesgos evidentes, por lo cual hay que incrementar los mecanismos de protección, indicó.

En las sesiones de la 33 Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad, organizada por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Ifai), advirtieron que la preservación de información privada se ha convertido en un desafío por el crecimiento desmedido de las big data (hiperbases de datos) y los métodos y estrategias para garantizar la privacidad.

Jacob Kohnstamm, presidente de la Autoridad de Protección de Datos de Holanda, recomendó aplicar mano dura ante la imposibilidad de que instituciones y empresas asuman el compromiso de no hacer mal uso de los datos privados.

Una autoridad de protección de datos debe utilizar principalmente el garrote y no usar la zanahoria, así como promover nuevas leyes en la materia que permitan auditar a gobiernos y empresas, y hacer públicos los resultados.

Peter Shaar, comisionado federal de la Información y Protección de Datos de Alemania, se pronunció porque el propio individuo controle sus datos personales en la web, así como diseñar sistemas de información que desde el origen promuevan la privacidad y transparencia, la regulación en ciertas tecnologías y la promoción de códigos de conducta.

María Carolina Pardo, socia de Baker & McKenzie, coincidió en que se debe dar a los consumidores las herramientas para que sean quienes controlen la privacidad de sus datos, así como programas educativos.

Joel Reidenberg, del Centro de Derecho y Políticas de Información de la Escuela de Derecho de la Universidad de Fordhman, en Estados Unidos, pidió a la comunidad reguladora y a los negocios concentrarse en los riesgos sistémicos. Hay amenazas para nuestro personal militar y para nuestro sistema económico que pueden concentrarse en las bases de datos, señaló.

David Vladeck, director de la Oficina de Protección al Consumidor de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, coincidió en introducir la privacidad por diseño y auditar a las empresas dos veces al año.

Peter Cullen, estratega de privacidad de Microsoft, pidió entender que hay una necesidad de equilibrio entre mercado, leyes, tecnología y sociedad. Se pronunció porque las empresas tengan un modelo de rendición de cuentas.