Saltillo, Coah., 3 de noviembre. La deuda pública que se contrató en la presente administración sirvió para transformar Coahuila y costear infraestructura urbana, vialidades, escuelas y hospitales y los programas de asistencia social que ayudaron a 106 mil coahuilenses a salir de la pobreza, aseguró el gobernador interino Jorge Juan Torres López al leer este jueves un mensaje con motivo del sexto informe de gobierno.

Dijo que la deuda de 33 mil 867 millones de pesos, que en agosto se refinanció a 20 años, es solamente una parte de los 52 mil 518 millones de pesos que a lo largo del sexenio se destinaron a obras y programas sociales, inversiones con las cuales hoy podemos disfrutar otro Coahuila, un estado mejor, más justo, porque hemos dado respuesta a los compromisos con quienes más lo necesitan.

Temprano, el secretario de Gobierno, David Aguillón Rosales, cumplió el protocolo legislativo y acudió al Congreso estatal a entregar los libros con el recuento del sexenio y los detalles de lo hecho en el año reciente. Los documentos fueron recibidos por el presidente de la Junta de Gobierno, el legislador prísta Fernando de las Fuentes Hernández.

Luego, Torres López cumplió con la costumbre impuesta por su antecesor, el gobernador con licencia Humberto Moreira Valdés, y acudió a la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde, como cortesía, entregó a la dirigencia una copia del informe de gobierno.

Al mediodía el teatro de la ciudad Fernando Soler estaba repleto de alcaldes, empresarios, burócratas, diputados del PRI e invitados especiales, entre ellos los gobernadores de Nuevo León, Rodrigo Medina, y de Chihuahua, César Duarte Jáquez; jueces y magistrados, para atestiguar uno de los últimos actos de una administración cuestionada por su endeudamiento.

También estaba el gobernador electo Rubén Moreira Valdez, quien el primero de diciembre relevará a Torres López, pero el que acaparó las porras y la atención fue su hermano Humberto.

El mandatario con licencia y dirigente nacional del PRI dijo que la magnitud de la deuda en Coahuila corresponde a la inversión pública y los programas de asistencia social que se pusieron en marcha en los 38 municipios de la entidad. La transformación de Coahuila es evidente. Quien no lo vea es porque de plano no quiere hacerlo, afirmó.

Sin embargo, no reconoció la totalidad del pasivo. Aclaró que cuando terminó su mandato de manera anticipada para buscar la dirigencia del PRI la deuda estatal sumaba 22 mil millones.

Moreira se desempeñó como gobernador entre el primero de diciembre de 2005 y el 4 de enero de 2011. A lo largo de ese periodo fueron recurrentes sus confrontaciones con el gobierno federal panista por diversos motivos, entre ellos la escalada de violencia por la guerra contra el crimen organizado, recortes presupuestales, aumentos al precio de los combustibles y el conflicto minero.

Se despidió de Coahuila con un alto nivel de aceptación ciudadana y con cuentas electorales impecables, pues todas las elecciones efectuadas durante su gestión las ganó el PRI por amplio margen. Pero pocas semanas después de su partida, el Partido Acción Nacional (PAN) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mostraron que la deuda estatal no era de 7 mil 500 millones de pesos, como se había asegurado, sino superior a 33 mil millones.

Además, ahora se sabe que entre 3 mil y 5 mil millones de pesos de ese pasivo pudieron haber sido obtenidos mediante la falsificación de documentos y autorizaciones del Poder Legislativo estatal, caso en el que está involucrado quien fue uno de los responsables de las finanzas estatales, Javier Villarreal Hernández, de quien este jueves evitó hablar.

Humberto Moreira y el gobernador interino exponen las mismas razones para justificar la deuda. Durante la semana, en entrevistas programadas con medios de comunicación locales, Torres López aseguró que sin el endeudamiento la transformación de Coahuila no habría sido posible.

Si no tuviéramos esta deuda no tendríamos los 87 puentes en el estado; no podríamos tener mil 500 kilómetros de caminos rurales, 149 avenidas y vialidades ni este desarrollo y la generación de empleos, dijo al periódico Vanguardia de Saltillo.

Altercado entre priístas y panistas

A la fiesta por el informe de gobierno no todos estaban invitados. Fuera del teatro de la ciudad diputados locales del Partido Acción Nacional fueron bañados con agua por militantes del PRI, quienes les impidieron acercarse. Panistas y priístas intercambiaron golpes y empujones y tras la trifulca la legisladora Esther Quintana Salinas terminó sin un zapato.

Otros diputados agredidos fueron Rodrigo Rivas Urbina, Carlos Orta Canales y su coordinador Mario Dávila Delgado, quienes se aproximaron al lugar del acto. pero fueron interceptados por los priístas, que los obligaron a refugiarse en un restaurante.

Los panistas salieron escoltados por policías estatales, pero los militantes del tricolor los siguieron y les lanzaron agua.

El pleito ocurrió en el bulevar Francisco Coss, frente al teatro, que fue cercado con barras metálicas y rodeado con cadetes de la policía del estado. Cerca estaba anclado un zepelín pintado con frases que criticaban la deuda estatal. El globo fue bajado y destruido.