Cannes, 3 de noviembre. El presidente Felipe Calderón ofreció contribuir en busca de evitar una crisis económica mundial, para lo cual propuso a los países más ricos reunir una gran cantidad de recursos en aras de evitar problemas de contagio y amurallar en especial a España e Italia.

En el Palacio de las Ferias, que paradójicamente luce por doquier esculturas de dulces en medio de los amargos efectos de los desajustes económicos, Calderón propuso decisiones definitivas y no esperar semanas o meses en resolver el problema de Grecia, epicentro de este drama financiero.

Al participar en la cumbre del G-20, cuya presidencia asumirá en 2012, planteó que una decisión audaz sería permitir al Banco Central Europeo convertirse en prestamista de última instancia para restaurar la liquidez de estas dos economías; o bien, como segunda opción, que el Fondo de Estabilización Financiera Europea, el Banco Central Europeo y otros bancos centrales tomen las acciones necesarias para construir esa muralla.

En la encerrona con los jefes de Estado de los países más poderosos, entre ellos el anfitrión Nicolas Sarkozy, Barack Obama y Angela Merkel, el mandatario mexicano llamó a construir una muralla para resguardar a grandes economías como España e Italia, que enfrentan problemas de liquidez y falta de confianza, pero, aclaró, no de solvencia.

Para lograrlo, pugnó por reunir una gran cantidad de recursos para que de forma contundente se corte de tajo los problemas de contagio y se restaure la confianza y la certidumbre en la economía mundial.

Advirtió que Grecia tiene problemas de solvencia, además de credibilidad y liquidez, por lo cual corre el gran riesgo de caer en default con una deuda equivalente a 31 mil euros por cada hombre, mujer y niño.

Señaló que México contribuirá en caso necesario. Abogó así por que los bancos y acreedores sean obligados a reconocer en su contabilidad la deuda a valor de mercado y que esos bancos sean recapitalizados de manera obligatoria.

En presencia de su par de Argentina, Cristina Fernández, recordó que ese país pasó años tratando de hacer un fuerte ajuste en sus variables económicas para sostener su caja de conversión monetaria, pero su economía cayó. Aseveró que sólo cuando abandonó el tipo de cambio fijo y permitió una devaluación comenzó a crecer a un ritmo de 8 por ciento anual, que se mantiene hasta hoy.

Ferrari ve oportunidad

Tras considerar que la economía mundial se encuentra en una crítica etapa de desaceleración, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, descartó una recesión en México y hasta se enorgulleció de tomar esta coyuntura como una oportunidad.

Luego matizó: no podemos hablar de una economía blindada porque tú no puedes saber si está blindado contra un ataque si no conoces el arma que te va a atacar.

El funcionario hizo una pausa durante estos trabajos para insistir ante la prensa que en estos foros México es ubicado en una posición superior a la mayoría de otras economías, porque siendo un país en desarrollo no sufre sobrecalentamiento gracias al manejo responsable de sus finanzas, además de que enfrentó bien una crisis peor, la de 2008.