Fort Smith, 6 de noviembre. La ciudad de Arkansas se prepara para el cierre de Whirlpool. Eleanor Roller y su fallecido esposo Bob abrieron hace 10 años el bar Bob and Ellie’s no muy lejos de la gran planta de Whirlpool, porque esa propiedad estaba a la venta. La proximidad a miles de trabajadores manufactureros las 24 horas del día en Whirlpool Corp sin duda mejoraba las perspectivas. Whirlpool solía tener dos o tres turnos. Pero luego pasaron a tener uno, sin receso para el almuerzo. Y eso se hizo sentir, contó Eleanor Roller en una entrevista. Ellos lo sintieron aún más hace casi un mes. Whirlpool, el mayor fabricante de electrodomésticos del mundo, dijo que cerraría su planta de Fort Smith para mediados de 2012.

La planta, la más grande en la ciudad de 86 mil 200 habitantes, tenía 4 mil 600 empleados hace sólo siete años. Pero Whirlpool se ha reducido sostenidamente desde entonces y el cierre final despedirá a 90 empleados asalariados y 884 trabajadores temporales.

No hemos sido competitivos en cuanto a costos debido a los extremadamente bajos volúmenes de producción en nuestras instalaciones, dijo en un comunicado el vicepresidente de Whirlpool, Al Holaday. Los recortes laborales de Whirlpool rondan los 5 mil puestos de trabajo, uno de cada 10 en Estados Unidos, América del Norte y Europa. La firma emplea a 71 mil personas en todo el mundo.

Líderes municipales y residentes de Fort Smith prometieron permanecer unidos en tanto comunidad, pero también con resignación y frustración, más que con enojo.

Es una convergencia de factores económicos que se desbordan en el momento menos oportuno, indicó Ray Gosack, administrador de la ciudad.

Whirlpool añadió que la producción restante de la planta, principalmente refrigeradores de dos puertas, sería absorbida por una planta en Ramos Arizpe, México. Pero Gosack señaló que la demanda de dichos refrigeradores era débil y que esperaba que se retiraran paulatinamente.

Dicha lógica comercial fue más difícil de manejar para personas como Roller, quien está cerca de la edad jubilatoria y dice que pensar en una nueva carrera no ayudará. El aumento de los costos de los insumos alimenticios, la mala economía y las novedades de Whirlpool sólo la han hartado, afirmó.

Son mis clientes habituales, de quienes dependo, y con suerte ellos seguirán viniendo. Los últimos tres años han sido los peores. No puedo elevar los precios de los menús porque la gente no puede acceder a comer afuera. A veces, es como golpearte la cabeza contra la pared, explicó.

Fort Smith, la segunda mayor ciudad del estado, es hogar de varias firmas manufactureras como Baldor Electric Motors, Gerber Products, Hiram Walker, Kraft Foods, Rheem Manufacturing y Mars Petcare.

A medida que Whirlpool se redujo en los años recientes, la ciudad atrajo a varias empresas no manufactureras. Sykes Enterprises recientemente abrió un call center que emplea a 500 personas. Golden Living, compañía médica, planea añadir 200 puestos de trabajo. Mitsubishi Power Systems generará otros 300. Pero Fort Smith, antes considerada la capital manufacturera del estado, en 10 años ha perdido 33 por ciento de sus puestos de trabajo en el sector de las manufacturas, precisó Gosack.

El índice de desempleo local es de 7.9 por ciento, comparado con el promedio nacional de 9.1 por ciento. Pero los líderes municipales no quieren perder tiempo alguno quejándose por los empleos perdidos, comentó el administrador de la ciudad. El sector de las manufacturas seguirá siendo importante, pero no es lo único que tenemos para resultar atractivos, expuso, indicando que se percibía al turismo como un área en expansión.

Creo que en la próxima década el turismo en Fort Smith crecerá de forma significativa, sostuvo Jennifer Boulden, gerente de comunicaciones de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Fort Smith, apuntando a un futuro Museo de los Marshals de Estados Unidos que será construido en la ribera de la ciudad.

Gosack señaló que un promotor de Indiana compró una planta de Whirlpool abandonada y la convirtió en un condominio para varias industrias más pequeñas. Afirmó que ésa era una opción que la ciudad y los promotores privados estaban considerando. La planta de Fort Smith tiene más de 111 mil metros cuadrados de espacio cubierto.

Pero la realidad de perder casi mil puestos de trabajo bien remunerados no desaparecerá para una comunidad que lo ha experimentado con anterioridad.

Un estudio estimó una pérdida anual de 57 millones de dólares en salarios para los 974 trabajadores de Whirlpool y para los otros 500 empleados locales, como los productores de plástico conectados a la planta de Whirlpool, según Gregory Hamilton, economista de la Universidad de Arkansas en Little Rock.

Jennifer Goodson, directora de la Biblioteca Pública Fort Smith, señaló que los despidos anteriores habían preparado a la gente para el cierre de Whirlpool. Sin embargo, espera que dentro de poco tiempo haya más gente con necesidad de buscar una nueva carrera. Algunas de las personas que recibimos han pasado muchos años trabajando en fábricas y nunca han escrito una carta de presentación o elaborado un currículo, aseveró.