Como secuela de su denuncia contra el presidente Felipe Calderón por sus declaraciones al periódico New York Times, el PRI formalizó ante el Instituto Federal Electoral (IFE) dos nuevas quejas, ahora en contra del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y del ex titular de Hacienda y aspirante presidencial panista Ernesto Cordero.

La razón de las denuncias: los posicionamientos de Blake y Cordero derivados de la entrevista concedida por el jefe del Ejecutivo a ese diario, con los cuales, según el PRI, incurrieron en actos anticipados de precampaña e incidir ilegalmente en la contienda.

En la argumentación priísta se asegura que de forma paralela y sistémica, Felipe Calderón y Ernesto Cordero han realizado críticas al PRI con el ánimo de influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, en el contexto del carácter de aspirante a la candidatura presidencial por el PAN que posee este último y habiendo iniciado el proceso electoral.

A decir del tricolor, la conducta de Cordero, en tanto aspirante panista a la candidatura, constituye un acto anticipado de precampaña, lo cual está  sancionado por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe). Lo anterior, debido a que si bien el año electoral arrancó el 7 de octubre, es claro que los procesos de selección internos de los partidos aún no han iniciado, pues ocurrirán hasta la tercera semana de diciembre.

Por lo que hace al secretario de Gobernación, el Revolucionario Institucional lo acusa de retomar “y efectuar una interpretación malintencionada y deshonesta de las expresiones formuladas por Felipe Calderón en la entrevista –al rotativo estadunidense–, en la cual promovió los logros de su gobierno, al tiempo que descalificó al PRI como opción política. En especial, enfatizó en la fórmula que utilizaría el tricolor para resolver el problema de seguridad mediante un acuerdo con criminales.

“Dentro del contexto del proceso electoral que se celebra –agrega–, transgrede el principio de libertad que deben guardar los procesos electorales, así como el principio de libertad de sufragio y el principio de imparcialidad que debe respetar todo servidor público, puesto que dichas expresiones inciden en forma ilegal en el actual proceso electoral federal.”

El PRI sostiene que la libertad del ciudadano en una elección implica que su sufragio no sea sometido a ninguna presión; “por tal motivo, resulta necesario que este instituto –el IFE– desaliente la realización de esta conducta del denunciado, Francisco Blake, pues de no hacerlo, existe el temor fundado de que éste reitere su conducta durante el transcurso del proceso y afecte al mismo, conduciéndose como portavoz del Presidente, influyendo de esta manera en el voto del electorado en favor del PAN, y particularmente respecto del aspirante Ernesto Cordero, poniendo en riesgo nuevamente la constitucionalidad y legalidad de la elección actual”.