La principal amenaza para los derechos humanos de los mexicanos son los criminales, respondió el presidente Felipe Calderón a Human Rigths Watch (HRW), cuyo informe documenta diversas violaciones cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad del país en la lucha contra la delincuencia.

Al recibir el informe de manos de directivos de este organismo, encabezados por Keneth Roth y José Miguel Vivanco, el mandatario aseguró: Son ellos (los delincuentes) quienes mediante la comisión de delitos agraviantes, como el homicidio, el secuestro y la extorsión, violan de manera sistemática las garantías fundamentales de los ciudadanos y sus familias.

Al salir del encuentro, José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, informó que el presidente Felipe Calderón se comprometió a establecer un mecanismo de comunicación para investigar los casos de tortura y desapariciones contenidos en el informe.

En conferencia de prensa –llevada a cabo minutos después de haberse entrevistado con Calderón– para tratar el contenido del informe denominado Ni seguridad, ni derechos: ejecuciones y tortura en la guerra contra el narcotráfico en México, Vivanco comentó que cuando abordaron con el mandatario la tortura en los cuarteles militares a donde son llevados detenidos acusados de crimen organizado y en donde son retenidos por muchas horas antes de consignarlos ante el Ministerio Público, el Ejecutivo comentó que esos hechos debían ser analizados y se comprometió a revisarlos seriamente.

A su vez, la Presidencia de la República ratificó su obligación ética y legal de desplegar todos los medios a su alcance para que, bajo el principio de corresponsabilidad, se fortalezca la presencia de la autoridad en aquellas comunidades con mayor rivalidad delincuencial.

De acuerdo con un comunicado de Los Pinos, al defender a las fuerzas federales Calderón argumentó que han trabajado de cerca con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y diversos organismos internacionales, con el fin de seguir capacitándose en esta materia. Señaló que el Ejército, la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública federal han estado siempre abiertos y con toda transparencia, a aceptar las recomendaciones de dicha comisión y, cuando procede, a iniciar los procesos para el deslinde de responsabilidades.

Vivanco comentó la solicitud hecha a Calderón para que su gobierno reconociera que se han cometido abusos y violaciones en el contexto del combate al narcotráfico que inició su gobierno en diciembre de 2006, y el mandatario propuso la creación de un comité o canal de trabajo con HRW, para revisar cada una de los 170 casos de tortura y 39 desapariciones contenidos en el informe.

Calderón –dijo el representante de HRW– sostuvo que él no estaba para avalar abusos, torturas o desapariciones, por lo que planteó examinar estos problemas de manera conjunta. Señaló que no quedaron en nada en concreto sobre la comisión de trabajo, pero adelantó que buscará a los funcionarios correspondientes para dar seguimiento a la promesa presidencial. De hecho, ayer mismo se reunieron con la procuradora general de la República, Marisela Morales.

En consonancia, el boletín de la Presidencia menciona la convicción de Calderón por el respeto irrestricto a los derechos fundamentales, como elemento esencial tanto para la consolidación de la democracia como para la construcción de la seguridad auténtica y duradera.

El mandatario estuvo acompañado por los secretarios de Gobernación, José Francisco Blake Mora; de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, y la procuradora Marisela Morales Ibáñez.