l pasado martes 8 de noviembre un grupo de organizaciones civiles, redes y organismos públicos autónomos presentaron en la ciudad de México la campaña Infancia sin Violencia, convocada a iniciativa de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim). Como señaló en su presentación Juan Martín Pérez García, director de la Redim, existe un consenso social acerca de que niños, niñas y adolescentes no deben vivir con violencia. A pesar de ello, la información con la que se cuenta revela que la infancia mexicana es víctima de diversas formas de violencia, entre las que destacan la violencia armada, la sexual y los castigos corporales. Por ello, el propósito de la campaña, orientada sobre todo a los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en los ámbitos federal, estatal y municipal, es hacer visible esta situación.
Se pretende generar cambios a partir de una transformación sociocultural, mediante políticas públicas y marcos legales que atiendan de manera integral el derecho de niños, niñas y adolescentes a vivir con dignidad. A partir de esta problemática particular, la Redim invitó a otros grupos a reflexionar y aportar sugerencias para una campaña que sumara no sólo a las organizaciones especializadas en los derechos de la infancia, sino a un abanico más amplio de éstas, incluyendo por supuesto a las que se dedican a la defensa y promoción de todos los derechos humanos. Con ese propósito, en representación del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, la maestra Ana Luisa Nerio Monroy destacó en la presentación de la campaña el proceso de construcción colectivo, mediante el cual se hicieron diversas propuestas que se precisaron durante un periodo de trabajo conjunto de cuatro a cinco meses. Algo que resultó muy novedoso en la preparación de esta campaña fue poder sumar desde las posibilidades y capacidades de cada organización, teniendo como emblema un significativo concepto visual con base en globos, que representan a la infancia como algo que aporta alegría y color a nuestras vidas, pero que puede ser frágil y requiere de cuidado.
Por su parte, Agnieszka Raczynska, secretaria ejecutiva de la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos, formada por 70 organizaciones, y con presencia en 23 estados de la República, señaló que esta red se sumó a la campaña porque, entre otros motivos, sus tres ejes enfatizan muchas de las preocupaciones que desde Chihuahua hasta Chiapas tienen las organizaciones, como el acceso a la justicia, la falta de investigación de los delitos y de las violaciones de los derechos humanos, y la impunidad y el bajo índice de denuncias. Para el caso de la violencia sexual, externó también su preocupación por la carga de género que ésta tiene y afecta especialmente a las niñas. El doctor Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal –que también es parte de la campaña–, señaló además la importancia de que la sociedad pueda trabajar en temas transversales como éste, ya que las situaciones de violencia que vive el país requieren de acciones articuladas, con miras a construir una cultura de paz.
Indicó que es necesario avanzar en la reflexión sobre los actos y comportamientos de las personas adultas, que violentan la integridad física, sicológica y emocional de niñas, niños y adolescentes. En el caso de la violencia armada, destacó la implementación de una especie de leva
, por medio de la cual muchos adolescentes son reclutados para participar en las fuerzas armadas o en las filas del crimen organizado. Sobre la violencia sexual, expresó su preocupación por la ausencia de datos confiables y verificables, a pesar de los indicios de que México es un país de destino para el turismo sexual infantil.
De acuerdo con información de la campaña Infancia sin Violencia, en el eje de violencia armada las defunciones de adolescentes entre los 15 y 17 años se han duplicado, pasando de 5.3 en 2007 a 10.7 casos por cada cien mil habitantes en 2009. Sesenta por ciento de estos homicidios fueron por arma de fuego. Por ello es urgente atender el llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la elaboración de una estrategia nacional para prevenir y enfrentar todas las formas de violencia contra niños, niñas y adolescentes violentados en sus derechos humanos; especialmente las víctimas de la lucha contra la delincuencia organizada. En el eje de la violencia sexual se calcula que sólo una de cada 10 agresiones de este tipo son denunciadas ante las autoridades. En parte porque la mayoría de estos delitos se presentan en lugares de protección, como el hogar y la escuela.
La ONU ha hecho un llamado urgente para crear un sistema nacional de compilación, análisis y difusión de datos, así como para emprender medidas preventivas y realizar investigaciones para procesar y castigar correctamente a quienes cometen estos delitos. Sobre castigos corporales hemos de reconocer que en la cultura mexicana se continúa pensando que las familias pueden usar los golpes y castigos como medio de educación, sin importar los daños físicos y sicológicos que ocasionen. La ONU ha solicitado también que se incorpore en el marco normativo mexicano la prohibición explícita de todas las formas de violencia contra la infancia y la adolescencia en todos los contextos.
Ante esta situación, quienes formamos parte de la campaña llamamos a sumar esfuerzos para lograr que niños, niñas y adolescentes ejerzan y disfruten su derecho a una vida libre de violencia, y a construir un proyecto de vida en libertad.