Bruselas, 15 de noviembre. Los países de la zona euro podrían tener que ceder algo de soberanía si quieren asegurar unión monetaria, señaló hoy el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, una de las más altas autoridades de la Unión Europea (UE).

Van Rompuy, quien preside las reuniones de líderes de la zona euro y de la UE, dijo que sin una integración mucho más estrecha de la política económica en la eurozona, siempre habrá ciertas dudas en torno a la moneda única creada hace 13 años.

La zona euro tiene que moverse hacia una auténtica unión económica acorde con la unión monetaria, dijo Van Rompuy en conferencia organizada por un centro de estudios en Bruselas.

Tenemos que dar un mensaje claro, tanto a nuestros ciudadanos como a los mercados, sobre la irreversibilidad del euro, señaló.

Conseguirlo implicaría que los 17 países que utilizan el euro sacrificaran parte de su soberanía para dar a la unión monetaria unos cimientos lo más fuertes posibles.

Estas declaraciones podrían causar consternación en algunos estados miembros, donde existe una fuerte aprensión a la idea de ceder más soberanía a Bruselas. Ya hay propuestas de la Comisión Europea (CE) de que se estreche el control sobre los presupuestos de los estados miembros, que incluyen multas a los rebeldes.

Tenemos que luchar por nuestra unión monetaria y económica. Y por el lugar de Europa en el mundo, dijo Van Rompuy al grupo Consejo de Lisboa.

Por lo pronto, el Parlamento Europeo adoptó una ley que limitará la especulación con la deuda de los Estados europeos, al prohibir a partir del primero de diciembre las ventas al descubierto en corto de los títulos de la deuda soberana, y regular las ventas al descubierto a partir de 2012.

Es la primera vez que Europa va a prohibir un producto financiero que sirve para especular con la deuda de los estados, se felicitó el diputado ecologista francés Pascal Canfin, relator del texto.

Las ventas al descubierto en corto, o permuta de incumplimiento crediticio (CDS por sus siglas en inglés), son instrumentos financieros teóricamente utilizados para protegerse del riesgo de quiebra de una empresa o de un país y son señalados de exacerbar la crisis al servirse de ellas para apostar por el impago de los estados.

En este sentido, la UE reveló propuestas para endurecer la regulación de las agencias de evaluación financiera con el fin de evitar que éstas aumenten aún más la volatilidad del mercado, dijo Michel Barnier, comisionado europeo de Mercado Interno y Servicios.

La turbulencia financiera afectó este martes a España. La prima de riesgo, es decir, el diferencial de rentabilidad entre los bonos a diez años de Alemania y España, cerró la jornada en 455 puntos básicos, frente a los 432 del lunes.

Marcó de nuevo un máximo desde la creación del euro, en 1999, y durante el día alcanzó los 458. El interés del bono español a diez años subió a 6.34 por ciento.

El aumento del también llamado riesgo país reflejó la renovada desconfianza de los inversionistas hacia la economía española, después que los mercados se ensañaran con Italia y Grecia.

En este clima, España lanzó una nueva emisión de deuda. El Tesoro colocó 3 mil 158 millones de euros a 12 y 18 meses, pero tuvo que conceder tasas de 5.022 por ciento y 5.159 por ciento respectivamente, un récord desde 2000.

La Bolsa de Madrid se situó toda la jornada en número rojos y cerró en baja de 1.61 por ciento.

La CE consideró que el récord alcanzado hoy por la prima de riesgo española se debe al contagio y las tensiones en torno a la crisis en Grecia e Italia, pero no a cuestiones inherentes a la economía española, comentó Amadeu Altafaj, vocero del comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn.

El primer ministro británico David Cameron y su número dos, Nick Clegg, discreparon públicamente en las últimas horas respecto de la UE y la necesidad de aprovechar la actual crisis de la deuda para recuperar algunos poderes de Bruselas.

Cameron atacó con dureza las reglas sin sentido y las instituciones sin contacto con la realidad de la UE, en un discurso la noche del lunes, en el cual instó a llevar a cabo una reforma fundamental del bloque.

Cameron –quien se incluyó entre losescépticos sobre Europa–, abogó por aprovechar la oportunidad que brinda la crisis para hacer refluir algunos poderes cedidos por Londres a Bruselas.

Pero el número dos de la coalición gubernamental, el liberaldemócrata Nick Clegg, se distanció públicamente este martes de su jefe.

Sólo los populistas, chovinistas y demagogos se beneficiarán si los políticos se encierran en discusiones arcanas en lugar de concentrarse en la recuperación económica, declaró Clegg.

En cuanto a la repatriación unilateral de poderes, Clegg, líder de un partido abiertamente proeuropeo, estimó que simplemente, no es posible.