El gobierno de Chihuahua comenzó este sábado a repartir maíz, frijol, harina y leche para atender la emergencia que afecta a más de 250 mil personas, en su mayoría indígenas, que perdieron sus siembras de autoconsumo debido a la peor sequía en la entidad en 70 años.

En Guadalupe y Calvo, uno de los 22 municipios de la Sierra Tarahumara más afectados por el estiaje, el gobernador César Duarte hizo la primera entrega de alimentos básicos. El secretario de Desarrollo Rural del Estado, Octavio Legarreta, indicó que el programa se extenderá a una decena de municipios de la zona del desierto, donde la gente perdió ganado y existen comunidades que incluso ya no tienen agua para consumo humano.

Legarreta detalló que la ayuda mensual constará de 16 kilos de frijol, ocho de maíz, cuatro de salchicha y leche, si en las familias hay niños o ancianos. El maíz que se entrega está enriquecido con harina de pescado o de soya, para garantizar un mayor contenido proteínico. Se contempla también la distribución de cobijas y chamarras entre la gente de la sierra, para más protección del frío.

No vamos a dar las cosas gratis. Pedimos a la gente que a cambio ellos trabajen en beneficio de sus comunidades, con el arreglo de caminos, el despiedre de parcelas, arreglo de escuelas, subrayó Legarreta.

Autoridades estatales consideran que un millón de personas (30 por ciento de la población estatal) dependen de la actividad agrícola y de ese número una cuarta parte –250 mil— están en riesgo de padecer hambruna durante la temporada invernal.

El gobernador aseguró que dará prioridad a este problema, y consideró que de no atenderse la problemática que afecta al campo chihuahuenses por la sequía, habrá un mayor éxodo hacia las ciudades para pedir caridad.