Campeche, Camp., 24 de noviembre. Andrés Manuel López Obrador rechazó haber perdido simpatizantes o que muchos de quienes sufragaron por él en 2006 estén arrepentidos, y aseguró que mantiene una intención de voto de 27 por ciento, de acuerdo con las dos encuestas realizadas por el Partido de la Revolución Democrática, lo que significa unos 20 millones de sufragios de un padrón de 80 millones.

“En la elección de 2006 nos reconocieron –que no fue ésa la cifra real, pero oficialmente– 14 millones 300 mil. Entonces, si vemos cómo estamos actualmente, de conformidad con esas encuestas, pues creo que estamos bien, que mantenemos el apoyo que se tuvo en 2006, y ha ido creciendo”, dijo.

Sobre las boletas electorales de 2006, dijo que “deberían mandarlas a un centro de investigación para ser consultadas, para ser analizadas, como se tienen los libros, documentos importantes. Sería muy interesante que haya especialistas, aunque ya no tenga efecto jurídico, electoral, pero que se vayan sobre la verdad histórica, que es muy importante, que se sepa cuál fue la verdad histórica, y ahí están esas boletas.

Entonces lo que están haciendo ahora con el recurso del proceso para quemar las boletas, pues va a dejar ya para siempre la duda (acerca de quién ganó la Presidencia en 2006), afirmó.

Luego de encabezar reuniones de evaluación con los comités del Movimiento Regeneración Nacional, reiteró sus propuestas para la región: un tren bala y la edificación de una refinería para aprovechar el potencial de Campeche.

Más tarde el ex candidato presidencial estuvo en Villahermosa, Tabasco, donde reiteró que en caso de ganar la Presidencia lo primero que hará es impedir que Elba Esther Gordillo Morales siga manejando la educación, porque ha hecho mucho daño a México durante los gobiernos panistas.

Insistió en que la competencia será con el tricolor y su precandidato, Enrique Peña Nieto, pero aseveró que el país no quiere de mandatario a un actor de telenovela, pues es mucho lo que se va a decidir en los comicios del próximo año: la Presidencia de la República, por lo que el mexiquense tendrá que dar a conocer lo que piensa, porque hasta ahora no ha manejado ni una idea.

En Villahermosa anunció que el general Audamaro Martínez Zapata, de origen tabasqueño, se incorporará a su equipo de seguridad, la cual no incurrirá en excesos, sin ponerle barreras a nadie, porque seguirá cerca de la gente. El que lucha por la justicia no tiene a qué temerle.

Martínez Zapata (quien se encargó de la seguridad de López Obrador en la campaña de 2006) explicó que el primero de diciembre se sumará de lleno a los recorridos del precandidato.

Señaló que por el momento están en la etapa de organización y prevención, pero que a diferencia de hace seis años, por las condiciones que vive el país, hay que mejorar la seguridad.

A la pregunta de si sería blindada la camioneta en que se desplaza López Obrador, indicó que si tenemos dinero se puede hacer, pero eso lo decidirá el precandidato.