Trabaja con Rodolfo Mendoza para editar una colección de literatura latinoamericana
Domingo 27 de noviembre de 2011, p. 3
Guadalajara, Jal., 26 de noviembre. Aunque al principio muchos la calificaron de exceso, la autobiografía de Sergio Pitol (Puebla, 1933) que escribió a los 33 años y que tituló Memorias (1933-1966), se convirtió con el paso del tiempo en un mito literario que obligó, ahora que el autor se acerca a los 80 años, a que le diera una nueva revisión para volver a publicarla.
Durante la presentación de este libro en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Pitol fue acompañado de Jorge Volpi y su amigo y socio literario Rodolfo Mendoza, quienes expresaron el beneplácito por la alta salud intelectual que continúa como sello en la obra del autor de El arte de la fuga.
Es una autobiografía que escribió a los 33 años y que ahora ha revisado y permite observar la mayor parte de las obsesiones y del momento en que despierta la pasión literaria en él. Está ahí muy presente el viaje, los escenarios extraños, el humor
, resumió Volpi.
Mendoza destacó la labor de Pitol que como editor ha gozado en años recientes al promover a muchos autores jóvenes. Dijo que además se trata de uno de los mejores lectores que conoce.
Es un lector de tiempo completo porque un día comienza un libro de 500 páginas y si hay un autor que no conoce y le interesa a los quince días ya leyó tres libros de él. Un lector voraz, muy crítico e incisivo
, describió.
Pitol, con saco azul y alegre mirada, asentía a los señalamientos, descripciones y elogios de sus amigos, aunque debido a dificultades para hablar no tomó la palabra, pero sus sonrisas al público que llenó el salón José Luis Martínez, donde se hizo la presentación anoche, daban cuenta cabal del estado de ánimo que lo embargaba.
Al término de la presentación se hizo una pequeña sesión de preguntas con el público y una de las damas presentes cuestionó lo que hay por venir en la obra literaria de Pitol.
Lo que viene para el próximo año son cosas muy importantes, un legado de Sergio Pitol como lector de toda la vida, desde Dickens, que leyó cuando tenía ocho años. Será algo muy notable, el rescate de ciertos autores que han quedado olvidados, una cosa que vamos a hacer con latinoamericanos
, dijo Mendoza.
Más tarde en entrevista, Mendoza precisó que se tratará de una colección de literatura latinoamericana que se busca sea distribuida en todo la región.
Queremos que en toda América Latina se lea a autores peruanos, argentinos o uruguayos, porque es una lástima que por ejemplo no se conozca en México la obra de Armonía Somers, de Uruguay; María Luisa Bombal y Claudio Quintero. Es una lástima que sean desconocidos, como lo es también que autores de primera línea en México, como Fernando del Paso, por ejemplo, sean desconocidos en otros países de Latinoamérica
, dijo.
Señaló que el trabajo lo planean Pitol y él con todo detalle y bajo la premisa de que debe contar con distribución muy amplia, porque lo más fácil sería comprar los derechos y publicarlos aquí, pero lo que quieren es que se trate de vasos comunicantes entre varios países
.
Va a ser una colección muy grande, con aspiraciones a no parar, no queremos ceñirla a una temporalidad publicar por ejemplo autores del siglo 20 o textos inéditos o sólo rescates. No nos importa si es un autor del siglo XIX u otro que apenas tenga 22 años, de tal manera que estamos leyendo mucho, incluidos manuscritos, para tener una colección muy bien organizada.