El Cairo, 26 de noviembre. Los ministros de Finanzas de la Liga Árabe establecieron hoy una lista de sanciones económicas contra Siria que presentarán a los cancilleres de la organización este domingo para su adopción, frente al rechazo del régimen sirio de cesar la represión que dejó otros 16 civiles muertos.

La recomendación de los ministros reunidos en El Cairo incluye la prohibición de ingreso a los países árabes de los funcionarios sirios y el congelamiento de los haberes del gobierno, según el texto distribuido a los periodistas.

El anuncio de este proyecto fue decidido luego de que el régimen del presidente Bashar Assad ignoró el ultimátum de la Liga Árabe para permitir la entrada de observadores y cesara la represión.

Antes del anuncio en El Cairo, el canciller sirio, Walid Mualem, acusó a la Liga Árabe de querer internacionalizar la crisis en Siria, en reacción a la decisión de la organización panárabe del jueves de recurrir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para intentar encontrar una solución.

La lista de sanciones incluye además la suspensión de vuelos y la congelación de las transacciones con el gobierno y con su banco central. También recomienda a los países árabes que congelen los proyectos de inversiones en Siria.

La Liga Árabe se volvió contra Assad este mes y suspendió la membresía de Siria en la entidad regional, en una sorpresiva medida que puso fin a varios meses de diplomacia de bajo perfil.

Este proyecto será presentado este domingo a los ministros de Relaciones Exteriores de la liga, que se reunirán en la capital egipcia para su aprobación. Al encuentro asistirá el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, país que no es miembro y pidió la expulsión inmediata del presidente sirio.

Según fuentes de la Liga Árabe, los ministros de Finanzas discutieron la forma de enviar ayuda humanitaria a Siria para minimizar el impacto de las sanciones en las capas más vulnerables de la población. Los acuerdos con el banco central de Siria se detendrían, aseguró, pero las materias primas que necesita la población del país no estarían en la lista de sanciones.

Las sanciones de los países árabes provocarán una degradación de las condiciones de vida, un alza del precio del combustible y de los productos alimenticios, y la agravación del desempleo y la pobreza, según estas fuentes.

La economía siria ya está bajo sanciones europeas y estadunidenses y medidas similares de la Liga Árabe pueden asfixiar a Siria, cuya mitad de sus exportaciones y un cuarto de sus importaciones las hace con sus vecinos árabes.

Para ser adoptadas las sanciones deberán ser aprobadas por dos tercios de los 22 países miembros. Ayer se cumplió el plazo final para que Damasco aceptara una propuesta de la liga de enviar observadores a Siria, donde la ONU dice que han muerto 3 mil 500 personas en la revuelta popular de ocho meses contra el presidente Assad.

Las monarquías árabes del golfo, encabezadas por Arabia Saudita, mantienen una línea dura contra el régimen, pero otros países expresaron sus reticencias, o su oposición, a imponer sanciones.

Irak juzgó imposible imponer sanciones a Siria”. Líbano hizo saber que no votaría a favor de sanciones. El ministro jordano de Exteriores, Nasser Jawdeh, pidió que las sanciones sean compatibles con los intereses de cada Estado.

El 12 de noviembre la organización panárabe suspendió la participación de Siria a sus reuniones y amenazó a Damasco con sanciones económicas por 18 votos a favor; Irak se abstuvo y Yemen, Líbano y Siria votaron en contra.

En su misiva a la Liga Árabe, el ministro sirio Mualem subrayó las contradicciones en las decisiones de la organización que por un lado habla de respeto de la soberanía de Siria a quien se le quiere evitar intervenciones extranjeras y por otro acude a la ONU.

Entre tanto, la represión a la revuelta popular iniciada en marzo continúa en Siria, en donde 16 civiles, de ellos dos niños, murieron este sábado, en particular en la provincia de Homs (centro), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.

Mientras, ocho soldados del ejército regular murieron en Idleb durante un ataque armado reivindicado por el Ejército Libre Sirio, que contaría con unos 20 mil militares disidentes y cuyo jefe, el coronel Riad Assad, está en Turquía.

La militarización de la protesta, luego de una sangrienta represión que dejó desde mediados de marzo más de 3 mil500 muertos y decenas de miles de arrestos, se traduce por la multiplicación de las operaciones contra las fuerzas regulares.