La educación y la investigación científica no sólo requieren un enorme esfuerzo financiero en los próximos años, sino reformas profundas, de lo contrario, nos condenaríamos a quedar siempre un paso atrás del porvenir y de no estar en posibilidades de correr más rápido que el tigre, afirmó el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán.

Señaló que las universidades y centros de investigación españoles y brasileños registraron 204 mil y 163 mil publicaciones, respectivamente, de 2005 a 2009, lo que implica una producción científica que cuadriplica o triplica, en ese mismo orden, a la mexicana.

Al inaugurar el Simposio internacional reflexiones sobre políticas públicas en investigación: la experiencia iberoamericana, indicó que pese a los avances, el país corre el peligro de perder competitividad. México concursa con economías cuyos niveles de escolaridad promedio van de 12 a 14 años, mientras la calificación nacional es de 8.6 años en promedio, lo cual incide en los niveles de bienestar nacional.

En España, Brasil y Portugal se invierte más de uno por ciento del producto interno bruto (PIB) en ciencia y tecnología, pero en México se destina menos de la mitad de un punto porcentual del PIB. Además, los españoles y brasileños concentran las dos terceras partes de la producción científica regional, añadió.

A pesar de que el presupuesto de educación superior que incorpora recursos de investigación aumentó 31 por ciento en términos reales en esta administración, la inversión de las universidades públicas anda en el orden de dos tercios de un punto porcentual. Esto es, no alcanzamos a mover de manera significativa este porcentaje, aunque en este año el incremento a la educación superior fue de casi 13 mil millones de pesos en términos nominales.

El egreso del doctorado, dio a conocer, ha mejorado: en el más reciente ciclo se graduaron 3 mil 250 alumnos, cifra que duplica el egreso de 2005.