Jhonny González quedó traumado con la derrota. Perder un título mundial en 2007 y luego ser noqueado violentamente en el intento de volver a ser monarca le dejaron una huella profunda. Esta última caída ante el japonés Toshiaki Nishioka lo sumió en una fuerte depresión que lo hizo no sólo dudar de sus capacidades sino incluso pensar en la posibilidad de abandonar el boxeo.

Fue sólo un golpe, pero con la precisión suficiente para apagar a Jhonny, quien cayó desmadejado. Después de eso no recuerda nada, salvo lo que vio en las repeticiones.

Me daba vergüenza salir a la calle, por la forma como perdí; pena hasta de ir por mis hijas a la escuela porque me sentía un perdedor. Sentía frustración y la sensación de que les había fallado a todos, estaba decepcionado de mí mismo, confesó.

Tras la derrota, la promotora Golden Boy le dijo que quedaba concluida su relación contractual porque consideraban que su carrera estaba acabada.

Luego Jhonny acudió a Ignacio Beristáin, quien lo llevó nuevamente a un campeonato mundial. Arrebató el cinturón pluma del CMB al japonés Hozumi Hasegawa y este sábado defenderá por tercera ocasión su corona, ahora ante el panameño Roinet Caballero, en el Centro Banamex de la ciudad de México.