Miércoles 30 de noviembre de 2011, p. 31
Bruselas, 29 de noviembre. Los ministros de Finanzas de la eurozona aprobaron el sexto tramo de financiamiento a Grecia, por 8 mil millones de euros (10 mil 700 millones de dólares), vital para evitar la suspensión de pagos del país antes del 15 de diciembre.
Los recursos provendrán de la Unión Europea, que aporta 5 mil 800 millones de euros, mientras el resto procede del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La entrega de este dinero, correspondiente a la última parte del primer paquete de rescate por 110 mil millones de euros aprobado en 2010, estaba condicionada a que el nuevo gobierno de Grecia ratificara por escrito el acuerdo pactado en Bruselas en octubre, que contempla más ayuda a cambio de más recortes y medidas de austeridad.
El nuevo gobierno de unión nacional dirigido por Lucas Papademos ha sido encargado de aplicar las reformas exigidas para poner en marcha este plan de rescate.
El nuevo desembolso ha sido posible después de que el líder de la oposición conservadora en Grecia, Antonis Samaras, de la formación Nueva Democracia, se comprometiera por escrito a apoyar los nuevos planes de ajuste del gobierno del primer ministro heleno, Lucas Papademos. El resto de partidos griegos también expresó su compromiso de aceptar nuevos y dolorosos ajustes.
Esa era la principal condición que los 16 socios de Grecia en la eurozona pusieron a Atenas para recibir la ayuda, indispensable para evitar la quiebra del país el mes que viene, según advirtió hace días el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos. El ex primer ministro heleno, Giorgos Papandreou, amenazó el mes pasado con convocar un referendo sobre las condiciones del segundo rescate al país, por 130 mil millones de euros, que incluye una reducción de 50 por ciento de la deuda en poder de los bancos privados.
El enfado de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre esa decisión provocó que el eje franco-alemán frenara el desembolso de la nueva ayuda hasta que Grecia aportara claridad máxima, y por escrito, de su voluntad de apretarse más el cinturón.
Por otro lado, fuentes del eurogrupo aseguraron que el bloque comunitario mira cada vez más al FMI como su mejor aliado para salir de la crisis de deuda soberana. Contemplamos, por ejemplo, una función mucho mayor (del FMI)
, comentó el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.