El país, más protegido ante la contaminación de la crisis: Lagarde
Viernes 2 de diciembre de 2011, p. 33
Brasilia, 1º de diciembre. Brasil condicionó este jueves el desembolso de nuevos recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a países en crisis al aumento de su poder en el organismo y al avance de las iniciativas europeas para resolver la crisis de la deuda, tras una reunión de la presidenta Dilma Rousseff con la jefa del Fondo, Christine Lagarde. El gobierno del país sudamericano también anunció una serie de medidas para impulsar la economía interna y protegerse de los efectos de la crisis financiera.
Acordamos poner recursos desde que los europeos tomen sus iniciativas
contra la crisis, dijo el ministro de Hacienda, Guido Mantega, en una conferencia de prensa con Lagarde. La representante del organismo analizó con Rousseff, su ministro de Hacienda y otras autoridades los efectos potenciales de contaminación de esta crisis
.
Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, está más inmune y mejor protegida que otros países ante los efectos de la contaminación de las consecuencias de la crisis del euro, por la fuerza de su mercado interno y por sus buenas políticas macroeconómicas
, destacó Lagarde.
La número uno del FMI saludó la intención del gobierno brasileño de reforzar la institución con nuevos aportes, y confirmó el anuncio formulado más temprano por el organismo acerca de una revisión a la baja de las perspectivas del crecimiento mundial para este año. Las perspectivas serán revisadas a la baja, sin duda
, sostuvo Lagarde.
Durante el encuentro, Mantega reiteró a Lagarde su disposición a colaborar con un aporte adicional de recursos
cuando se avance en las reformas adoptadas para restructurar al FMI.
Los BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) concordaron en hacer un aporte al FMI, pero condicionado a la continuación de las reformas en el Fondo y a que haga las reformas de cuotas que ya fueron aceptadas en 2009 y 2010
, dijo Mantega.
El ministro de Hacienda pidió colaboración de otros países, como Estados Unidos, y aclaró que los países europeos también tienen que colaborar con más recursos para el Fondo
.
Por otro lado, el gobierno brasileño anunció una serie de medidas, que incluyen la exención de impuestos para impulsar el consumo y la inversión en el país, a fin de escudar su economía de una eventual profundización de la crisis financiera.
El anuncio se produce un día después de que el Banco Central de Brasil recortó las tasas de interés por tercera vez consecutiva para estimular el crédito, citando un aumento de los temores al impacto de la crisis de deuda de la zona euro sobre esta economía.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff busca evitar que la crisis global descarrile el auge económico de Brasil, que ha sacado a más de 25 millones de personas de la pobreza durante la última década.