En México la posibilidad de que un joven de escasos recursos curse estudios universitarios es cuatro veces menor a la de quienes se ubican en los deciles más altos de ingreso, afirmó Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Superior, quien reconoció que la brecha aún es abrumadora, a pesar de que en una década esta proporción paso de 8 a 3.7 veces menos oportunidades para quienes enfrentan condiciones de pobreza.

Tras participar en la entrega de becas de excelencia a estudiantes universitarios con promedio de 10, de los cuales 66 por ciento provienen de familias con recursos menores a tres salarios mínimos, indicó que actualmente se atiende a cerca de 400 mil alumnos universitarios de este nivel socioeconómico, lo que representa 50 por ciento de los estudiantes en esta condición.

Luego que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que en México se incrementó en 2.3 millones el número de personas que viven en la pobreza extrema o la indigencia, afirmó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) aplicará recursos por 2 mil millones de pesos destinados a becas en educación superior, con lo que tendremos la posibilidad de atender a prácticamente la totalidad de los jóvenes que cursan estudios universitarios en situación de desventaja.

Sin embargo, destacó que estos estímulos no sólo deben funcionar para abrir las puertas de las universidades a quienes menos tienen, sino también para que permanezcan en ella, por lo que una de cada tres becas se otorga a los estudiantes que cursan los primeros tres semestres de su carrera, cuando enfrentan mayor riesgo de deserción.

Tras reconocer el esfuerzo de los 3 mil 882 jóvenes que recibirán una beca de excelencia por 9 mil pesos mensuales por su destacado desempeño académico, indicó que los programas de becas son logros importantes que con el paso de los años se convierten en demandas y reivindicaciones de los jóvenes. Por ello, difícilmente se podrán hacer a un lado cuando cambien las administraciones. Son logros que los mismos jóvenes tendrán que defender en su caso, si es necesario.

En cuanto al perfil de los estudiantes universitarios más destacados del país, Tuirán Gutiérrez destacó que 62 por ciento son mujeres. En su mayoría quienes tienen las más altas calificaciones son jóvenes de 18 a 23 años, de los cuales uno de cada siete trabaja. Cerca de 60 por ciento cursa licenciatura en una universidad pública estatal; otro 26 por ciento en instituciones federales, y 10 por ciento en institutos y universidades tecnológicas.

Respecto de su inserción laboral, reconoció que la tasa de desempleo en los jóvenes recién egresados es tres veces superior a la nacional, con 15 por ciento.

No obstante, indicó que se trata de nuestros mejores jóvenes, y estamos trabajando para abatir las dos mayores desventajas que enfrentan como la falta de experiencia y capital social, por medio de pasantías en empresas, por lo que creemos que alcanzarán muy buenos resultados.