El mensaje es que en efecto hay algo muy grave, opinó Ebrard
Sábado 3 de diciembre de 2011, p. 4
Diputados de PAN, PRD y PT advirtieron que con la renuncia de Humberto Moreira a la presidencia nacional del PRI de ninguna forma desaparecerán las redes de corrupción que imperan en ese partido y tampoco las irregularidades detectadas en su gestión como gobernador de Coahuila.
En tanto, el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, coincidió en que Moreira ahora deberá explicar todo lo que ocurrió en aquella entidad. Dijo que si la Procuraduría General de la República (PGR) cuenta con elementos para actuar debe hacerlo. No hay fuero, ni debe haberlo, y menos para un asunto de este tamaño
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Los diputados opinaron que desde el inicio de la gestión del coahuilense atestiguaron un despeñadero
, de ahí que la salida anunciada este viernes es el fin de una etapa en la que Enrique Peña Nieto deberá precisar además la deuda que dejó en el estado de México por 70 mil millones de pesos.
Alberto Pérez Cuevas (PAN), Armando Ríos Piter (PRD) y Porfirio Muñoz Ledo (PT) coincidieron en que la salida de Moreira obedeció al dictado de un gran tlatoani, que revive actos de corrupción y los multiplica
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El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, quien acudió al recinto legislativo de San Lázaro para intervenir en un foro, fue irónico: No ha quedado claro si esta renuncia será para, al mismo tiempo, ponerse a disposición de las autoridades competentes para efecto de que sea sujeto a juicio y que aclare en todo lo que signifique su responsabilidad en la contratación de esa deuda
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Ríos Piter consideró la salida de Moreira como el inicio del despeñadero priísta, porque se cierra un capítulo con la renuncia y se abren muchos más, especialmente en los que él tendrá que dar la cara y rendir cuentas sobre los 32 mil millones de pesos; a dónde se fueron esos cinco mil millones de pesos que se firmaron de manera apócrifa y que implican responsabilidades que pueden ser, incluso, penales
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Dijo que el PRD no permitirá que esta renuncia quede sólo como una actividad dentro del PRI o como una vía para encubrir “el delicado y espeluznante escándalo que ha significado el moreirazo”.
Para el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en San Lázaro, Porfirio Muñoz Ledo, “debe quedar claro que se va Moreira, pero se queda la corrupción priísta; el presidente del PRI renuncia por la presión social, por el descontento de los militantes que no perdonan que le haya regalado posiciones de suma importancia a políticos del Panal y del Partido Verde.
Se va también porque sabiendo cómo se las gasta (Felipe) Calderón, el PRI temió una denuncia de la PGR que hubiera tenido consecuencias impredecibles y habría tensado las relaciones políticas.
Pérez Cuevas, vicecoordinador de los diputados del blanquiazul, manifestó que hay dudas acerca si fue destitución, renuncia o ajuste de cuentas. “No sé si Enrique Peña Nieto la hizo de vocero, de verdugo o de gran tlatoani que decidió el destino del dirigente nacional del PRI.
Nosotros queremos exigir que se investigue, porque no se trata de lavarle la cara al PRI, la renuncia de Moreira no resuelve el problema de endeudamiento de Coahuila
, dijo.
Por su parte, Ebrard agregó que la permanencia de Moreira era ya insostenible. El mensaje que se da a los ciudadanos, dijo, es que efectivamente hay algo muy grave
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