Monterrey NL, 4 de diciembre. El portero Liborio Sánchez se agigantó durante la liguilla al detener todos los embates de los rivales, pero nada pudo hacer cuando el que le remató fue uno de sus compañeros.

Al minuto 44, cuando los Gallos Blancos rescataban el empate sin goles en el Volcán, Manuel López Mondragón quiso regresarle el balón al llamado San Liborio, pero mandó un potente cabezazo pegado al poste izquierdo, imposible para el lance del guardameta, con lo que cayó el 1-0 en favor de Tigres y se definió el duelo. Así, el equipo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) avanzó con ese marcador global a la final del torneo Apertura 2011, en la que se medirá al Santos.

Será una final entre equipos del norte, a realizarse el jueves en Torreón y el domingo en esta ciudad, con horarios a definirse este lunes.

Debido a la diferencia entre planteles y a la localía, se esperaba que Tigres avanzara con amplio marcador, pero lo hizo apenas por la mínima diferencia y sin convencer, por lo que mucho deberá mejorar su rendimiento ante los Guerreros.

Como se esperaba, luego del conflicto surgido entre ambos, los técnicos Ricardo Ferretti y Saturnino Cardozo no se saludaron ni se dirigieron la palabra al inicio del encuentro, realizado en un pletórico estadio Universitario, pintado de amarillo y con sólo 300 fanáticos visitantes.

Después del empate sin goles en Querétaro, los Gallos estaban obligados a la victoria, mientras a los felinos les bastaba un empate. Sin embargo, ante la diferencia de planteles, el conjunto queretano salió con planteamiento defensivo para evitar recibir anotaciones y en algún contragolpe buscar el tanto del triunfo.

Sin Adolfo Bautista, quien ni siquiera estuvo en la banca por una lesión muscular, Querétaro fue un equipo sin poder ofensivo. Durante todo el primer tiempo no realizó ningún disparo a la portería de Enrique Palos. Su única llegada fue al minuto 10, cuando Híber Ruiz se tiró un clavado y fue amonestado por Francisco Chacón.

Tigres hizo valer su mejor plantel y controló el balón, aunque no tuvo profundidad y sólo se acercó en una volea de Danilinho (5), un cabezazo de Juninho (18), un disparo débil de Héctor Mancilla (34) y una llegada de Manuel Viniegra (38), quien no pudo controlar el balón y fue desarmado por Liborio en el área chica.

El primer tiempo parecía terminar sin anotaciones hasta que Damián Álvarez llegó por la banda izquierda y centró al área, donde López Mondragón estaba solo, y en lugar de despejar retrasó el balón a su arquero y definió el 1-0 que le dio la tranquilidad a la hinchada.

Querétaro (octavo clasificado) ya necesitaba dos anotaciones para aspirar a la final. Pero los Tigres (terceros) mantuvieron el control del esférico, aunque sin crear opciones claras de gol.

Al minuto 56, el cuadro del Tuca se benefició de una marcación localista de Chacón. Marco Jiménez disputó el balón con Lucas Lobos y en su caída tocó el balón con el brazo, por lo que se decretó penal.

Después de las protestas visitantes, el chileno Mancilla mandó un disparo sin fuerza ni colocación, mientras Liborio aguantó y detuvo con lance a su derecha.

Cinco minutos después, Cardozo realizó un cambio que sorprendió a todo mundo: la salida del goleador Carlos Bueno, por quien ingresó Franco Niell.

Bueno estaba en condiciones de continuar en el partido, por lo que ni saludó a su timonel y en la banca le protestó al auxiliar técnico su salida.

Los felinos mantuvieron el acoso sobre la meta de Liborio, pero carecieron de tranquilidad en el remate final y mandaron todos los balones a las tribunas.

Sobre el final, Tuca dio descanso a sus figuras Mancilla, Lobos y Álvarez, lo que permitió el único disparo de Gallos a la portería durante todo el partido: al minuto 91, Marco Jiménez mandó un tiro lejano que a Palos se le pasó entre las manos y, para su fortuna, se fue a tiro de esquina.

En tiempo de compensación fue expulsado el queretano Michel Vázquez.

Los Tigres tuvieron palabras de elogio para su rival. Querétaro vino a vender cara su eliminación, es un equipo aguerrido y ordenado, pero gracias a Dios obtuvimos el pase, dijo Palos, mientras Hugo Ayala admitió que pasamos por la tabla y un autogol, pero esta gente merece la clasificación.