El experto abordó los desafíos de ese espacio cultural frente al mundo virtual
Jueves 8 de diciembre de 2011, p. 4
Dentro de 50 años, ¿habrá sólo museos virtuales?, planteó hace unos días Gereon Sievernich, director del Centro Martin-Gropius-Bau en Berlín, Alemania, y contestó: No lo creo, porque a Internet le falta el aura, el carácter sagrado del museo y, claro, la autenticidad de un objeto, sea una pintura o una pieza arqueológica
.
Sin embargo, Sievernich, al hablar sobre el museo como un desafío
, expresó que estos recintos deben de estar abiertos a esta generación que crece con Internet
, ya que los museos compiten por el empleo del tiempo. Así que si uno puede atraer a la joven generación a utilizar cierta cantidad de su tiempo en su museo, entonces, ha ganado; pero si uno no invierte lo suficiente la habrá perdido frente a Internet
.
En la conferencia organizada por la Red de Casas Museo de la Ciudad de México y el Museo Frida Kahlo, Sievernich reiteró no temer que la institución museística pierda su atractivo: “Hubo muchas pruebas en Internet para crear museos virtuales, pero no creo que sean un éxito. La visita a un museo en Internet no puede remplazar acudir a uno normal. Eso es una ventaja.
Soy un administrador que ha perdido el corazón ante el mundo de los objetos reales y no frente a Internet aunque, claro, la uso. Según los expertos, la red fomenta modos de pensar no lineales, no secuenciales y horizontales, mientras las palabras escritas como medio alientan maneras de pensar lineales, secuenciales y verticales. Así que uno puede ganar mucho si trata de adaptar ambos modos de pensar.
Abierto originalmente en 1881, y reconstruido en 1979, el Centro Martin-Gropius-Bau no cuenta con una colección propia, sino que se dedica a conseguir exposiciones. Para eso buscamos socios en todo el mundo para llevar el mundo a nosotros
. El recinto ya albergó muestras como Misteriosa ciudad mexicana de Teotihuacán y la más grande retrospectiva de Frida Kahlo montada en el extranjero. El centro recibe del gobierno alemán un subsidio entre 30 y 40 por ciento de su presupuesto anual; el resto lo tiene que conseguir.
El conferenciante hizo hincapié en la fundación, en 1946, del Consejo Internacional de Museos por la Unesco, para enfatizar el recreo del placer y el deleite del visitante
, así como la educación del mismo, pero también el empoderamiento comunal
del museo. Es decir, el museo no sólo sirve al visitante, sino también a la sociedad y su desarrollo.
El museo en general contribuye a la identidad individual, como a la colectiva, pero siempre hay una tensión entre ambos.
Tampoco se ha superado la vieja discusión de qué es un museo, a quién pertenece y qué se exhibe allí.