Bagdad, 7 de diciembre. El ejército de Estados Unidos entregó hoy otra base militar a las autoridades de Irak, cuyo gobierno descartó que en el próximo viaje a Washington del premier Nuri Maliki se discuta otorgar inmunidad a efectivos estadunidenses puesto que ya se rechazó la propuesta de que un reducido grupo de soldados permanezca en el país luego del 31 de diciembre.

En una ceremonia en la provincia occidental de Al Anbar, el mando castrense estadunidense devolvió a las fuerzas militares y policiales iraquíes la base Ojo Assad, en el poblado Al Baghdadi.

La instalación fue campamento base de soldados de Estados Unidos en los últimos años, sobre todo en 2006 y 2007, los de más combates y violencia desde la invasión encabezada por Washington el 20 de marzo de 2003 que derrocó al presidente Saddam Hussein acusado de tener armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas.

El diputado Abbas Bayati, del bloque parlamentario chiíta Estado de Derecho, cercano a Maliki, aseguró que durante el próximo viaje del mandatario a Estados Unidos no se abordará el asunto de la inmunidad para supuestos entrenadores.

La Casa Blanca y el Pentágono decidieron retirar todos sus efectivos de Irak después de fracasar en sus intentos por que las autoridades locales aceptaran que un reducido grupo permaneciera después del 31 de diciembre próximo, protegidos con inmunidad judicial.

Las autoridades iraquíes rechazaron la propuesta, por lo que exigieron se cumpliera el calendario acordado en 2008 por Washington y Bagdad para poner fin a casi nueve años de ocupación.

No habrá ninguna discusión porque el expediente está cerrado, indicó Bayati.

En este contexto, organismos humanitarios han denunciado que contratistas del ejército estadunidense, conocidos también como mercenarios, llegarán a Irak tras la desocupación.