Vinculación en la actividad industrial, en especial la manufactura
Viernes 9 de diciembre de 2011, p. 35
La región norte del país, una de las más afectadas por la inseguridad pública, se convirtió en la que resiente con mayor fuerza la desaceleración de la economía estadunidense, destacó un informe del Banco de México divulgado este jueves.
Las economías de las diferentes regiones del país siguieron expandiéndose en el tercer trimestre del año, si bien en la región norte el ritmo de crecimiento económico se desaceleró, lo que se asocia primordialmente con el comportamiento de la demanda externa
, apuntó Alberto Torres García, director de investigación del banco central, en la presentación del informe.
La moderación en la dinámica económica de la región norte del país (que incluye Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas) se asocia principalmente con el desempeño del sector manufacturero, el cual tiene un vínculo más estrecho con el comportamiento de la economía mundial y, particularmente, con la estadunidense, mencionó el Reporte sobre las economías regionales, julio-septiembre 2011.
El vínculo más estrecho entre las economías de México y Estados Unidos se da a través de la actividad industrial y, en especial, del sector manufacturero. En México se producen bienes que después son exportados tanto para el consumo final (autos, electrodomésticos, entre otros) o para ser empleados en procesos industriales en el mercado estadunidense.
En la presentación del informe, Torres García aseguró que es la menor demanda de bienes mexicanos en Estados Unidos, antes que la inseguridad pública, lo que ha hecho disminuir el ritmo de crecimiento de la zona norte del país.
Según el reporte, en el que se emplea información de encuestas entre empresarios de las diferentes regiones del territorio nacional, las economías regionales seguirán creciendo en el cuarto trimestre de este año y en el primero de 2012 aunque previsiblemente a menor ritmo
.
En opinión de los directivos de empresas consultados, los principales riesgos para el desempeño de las economías regionales siguen asociados al comportamiento de la economía mundial y a la evolución de la percepción sobre la seguridad pública.