Diputados de PRI y PRD calificaron de tardías las medidas asumidas por el gobierno federal para garantizar y proteger los derechos humanos. Felipe Calderón pretende limpiar el lodazal que su administración ha contribuido a crear en torno a la violencia contra la sociedad de parte de las fuerzas federales de seguridad; resultaría loable un anuncio como el emitido por el Ejecutivo si hubiese ocurrido años atrás, y no ante el inminente proceso electoral federal del año próximo, dijeron.

Los priístas Sofía Castro y Fernando Morales, así como el perredista Mauricio Toledo, insistieron en que es tardío el anuncio presidencial porque conlleva un sesgo político y electoral.

Las acciones que el Presidente puso sobre la mesa hoy (ayer) no ayudarán a resolver el historial de las graves violaciones contra las garantías individuales que en los últimos años se han cometido contra la población civil desde las fuerzas del Estado, afirmaron.

Sofía Castro refirió que Calderón utilizó durante su campaña electoral el tema de la defensa de los derechos humanos como eslogan para atraer el apoyo y respaldo de los electores.

Demagógico

Fue un llamado demagógico porque a su arribo al poder (...) a través de la omisión propició que se cometieran excesos y actos de violencia extrema contra mexicanos inocentes de una guerra que sólo existe en la mente del Presidente. Sorprende el momento en que emite un anuncio tan importante. Creo que es demasiado tarde.

Fernando Morales aseveró que Calderón no escuchó durante cinco años el clamor popular y los reclamos de las organizaciones defensoras de derechos humanos; tercamente conservó la política de cero tolerancia contra los delincuentes sin percatarse de que la sociedad resultaría afectada, pues en un estado de guerra, como el que él decretó, las consideraciones entre bandos no existen. Añadió que es un conflicto absurdo que ha generado más de 60 mil muertos.

Para Toledo el anuncio sólo pretende desviar la atención social porque a Calderón se le viene derrumbando la realidad en la que se encerró durante los últimos cinco años. No es concebible que tome esta postura tardíamente. Durante años no escuchó la demanda de políticos, de importantes actores sociales y de ciudadanos en general para modificar una estrategia fallida que sólo ha propiciado dolor en miles de familias. Cada día menos personas le creen a Calderón, porque sus palabras no entrañan sinceridad, y lo único que buscan es el beneficio político electoral para su partido