Desde afuera y por sus pasillos, el inmueble de tres niveles, construido a principios de la década de los 80 del siglo pasado luce limpio e impecable, pero basta ingresar a una de sus oficinas para descubrir el hacinamiento y el deterioro del equipo y el mobiliario con que laboran y prestan el servicio a la cuidadanía los empleados de la delegación Azcapotzalco.

Enclavada en la planta baja, la única zona que se salva es la destinada a la Ventanilla Única y el Centro de Servicios y Atención Ciudadana (CESAC), pero en la mayoría de los casos, las oficinas particulares se han convertido en comunitarias, a grado tal que en una de ellas se han habilitado ocho escritorios, con espacio apenas para moverse de un lado a otro, en medio de cajas llenas de documentos.

Apenas en la administración pasada las direcciones de Desarrollo Económico y Participación Ciudadana fueron reubicadas en el Centro Internacional de Negocios de Azcapotzalco, pero esto resultó insuficiente, porque todos los pisos lucen saturados.

Una de las áreas más críticas es la de Jurídico y Gobierno. En uno de los cubículos, donde se extienden las constancia de identidad y residencia, la encargada se queja que es tan reducido el espacio que cuando se requiere que comparezca un testigo tiene que esperar en el pasillo y turnarse con el interesado.

Durante el día, los expedientes se van apilando en sillas, que después van a parar a cajas de cartón que sirven como archivos. La mayoría del equipo de cómputo es prácticamente obsoleto, y si se observan algunos modelos recientes es porque los propios trabajadores del gobierno delegacional traen su computadora personal.

Los escritorios lucen deteriorados y las sillas desvencijadas. El responsable del área, Sergio Palacios, señala que cuando se definen las prioridades, los recursos se destinan a los servicios públicos. Estamos conscientes de que esta situación debería cambiar, pero el presupuesto no alcanza y para 2012 está peor.

Hasta hace un mes, en Ventanilla Única y el CESAC, donde se atiende la mayoría de las exigencias de la población, se vivía un escenario similar, pero después de 14 años que se abrieron estas oficinas, el personal logró que se les renovara el mobiliario.