La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado, Adriana González Carrillo, expresó que debe actualizarse el acuerdo de 1992 entre México y Estados Unidos para la cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico, con el propósito de que incluya mecanismos más eficaces y el país sea enterado con toda anticipación de operativos como Rápido y furioso.

La senadora panista consideró que el gobierno de Barack Obama nos debe una explicación amplia y concreta sobre los operativos encubiertos que permitieron la entrada de miles de armas de alto poder a México y, sobre todo, castigar a quienes los ordenaron y ejecutaron.

Debido a esos operativos fallidos, puestos en marcha por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y otras corporaciones de ese país, explicó, se requieren nuevas bases, entre ellas que las autoridades mexicanas conozcan en todo momento las acciones puestas en marcha en territorio nacional y que se cuente con mecanismos para evaluarlos, a fin de que no se generen dudas.

González Carrillo hizo notar que la cooperación entre México y Estados Unidos es muy importante, ya que el crimen no reconoce fronteras.

No solamente es un tema que tiene que ver con el narcotráfico, sino con delitos como tráfico de armas y personas, por lo que se debe aumentar la colaboración, pero con la participación informada en todo momento de las instituciones mexicanas, abundó la legisladora.

Además, recalcó, se requiere información sobre dónde fueron a parar los recursos que se utilizaron para supuestamente seguir a las bandas dedicadas al lavado de dinero, pues sería muy grave que estuvieran en manos de las mafias del crimen organizado.

Se deberán incluir, detalló, mecanismos mucho más eficaces que utilicen la tecnología para incrementar los decomisos de dinero que hoy están en niveles muy bajos respecto de las ganancias y del lavado de dinero de que se tiene registro en Estados Unidos.

“Necesitamos saber si los operativos son exitosos, cuáles son sus resultados y, especialmente, tener la garantía de que el dinero o las armas no están nuevamente en manos de los criminales.”

Reconoció que gracias al intercambio de información entre los dos países se ha logrado la detención de importantes capos de los cárteles de la droga, pero se requieren mecanismos de control para combatir todos los crímenes relacionados y derivados.

Sobre todo, aseveró, que haya límites claros en los acuerdos que permitan a México tener la seguridad de que tanto las autoridades estadunidenses como las mexicanas están actuando conforme a la ley y con base en los convenios firmados.