Washington, 13 de diciembre. La Reserva Federal (Fed) consideró que la turbulencia que estremece a Europa es un gran riesgo para la economía de Estados Unidos y aunque dejó las tasas de interés cerca de cero, como esperaba el mercado, abrió la posibilidad de un alivio adicional en su política monetaria.

El banco central estadunidense reportó que la economía del país se expande moderadamente pese a la aparente desaceleración del crecimiento global, y sostuvo que se ha registrado cierta mejora en el mercado laboral, aunque el desempleo se mantiene alto y el sector de la vivienda deprimido.

Tensiones en los mercados financieros globales continúan representando riesgos significativos para el panorama económico, señaló la Fed, al referirse a las presiones que se derivan de la crisis de deuda de la zona euro.

En su reunión de política monetaria de diciembre, la Fed reiteró su postura de mantener las tasas a niveles excepcionalmente bajos, al menos hasta mediados de 2013, y apuntó que sigue dispuesta a adoptar medidas adicionales para impulsar la reactivación estadunidense.

La Fed ha mantenido sus tasas de interés cerca de cero desde diciembre de 2008 y ha comprado 2.3 billones de dólares en bonos, en un intento adicional por estimular una recuperación más sólida.

Desde comienzos de noviembre la economía creció moderadamente a pesar de una aparente desaceleración del crecimiento mundial, señaló el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal (FOMC) en un comunicado publicado en Washington al término de su última reunión regular del año.

Si bien las cosas mejoran en el mercado del empleo, la tasa de desempleo de 8.6 por ciento en octubre sigue alta y las tensiones en los mercados financieros mundiales representan riesgos importantes para las perspectivas de la economía de Estados Unidos.

El FOMC señaló que mantendrá su tasa directriz casi en cero (entre 0 y 0.25 por ciento), casi tres años después de haberla bajado a ese nivel. El comité continuará evaluando las perspectivas económicas (...) y está preparado para emplear sus instrumentos para promover una recuperación económica más fuerte en un contexto de estabilidad de precios, indicó el organismo.

El comunicado del banco central, difundido tras un encuentro de un día, tuvo pocos cambios frente al anuncio que hizo la Fed tras su reunión de noviembre y sólo tocó ligeramente las aparentes mejoras en el desempeño de la economía.

Ciertamente están preparados para ir contra el viento si la economía vacila, dijo Cary Leahey, director gerente de Decision Economics en Nueva York.

Los precios de las acciones estadunidenses y de los bonos del gobierno frenaron su avance, mientras el dólar subió contra el euro tras el anuncio de la Fed.

Justo cuando la Fed comenzaba su encuentro, el gobierno dio a conocer que las ventas minoristas subieron 0.2 por ciento en noviembre, menos de lo esperado. La mayor economía del mundo se expandió a una tasa anual de 2 por ciento en el tercer trimestre, su ritmo más rápido en un año. Los expertos esperan que el crecimiento supere 3 por ciento en los últimos tres meses del año.

Sin embargo, analistas dicen que la fortaleza relativa de su recuperación se debe en parte a un rebote, tras el debilitamiento de comienzos de año por los desastres naturales en Japón y los altos precios del petróleo. Ellos advierten que regresar a un crecimiento más débil es posible, particularmente cuando los problemas en Europa comiencen a pesar más.

El crecimiento se desacelerará en el primer semestre del próximo año, dijo Harm Bandholz, economista en jefe para Estados Unidos de UniCredit en Nueva York. Con eso vendrán ganancias más débiles en las nóminas de empleo y una tasa de desempleo más alta, agregó.

Por segunda ocasión consecutiva, el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, se opuso a la decisión de mantener la política estable, señalando que favorecía un alivio adicional ahora. Funcionarios de la Fed están divididos entre quienes piensan que el alto desempleo y el lento crecimiento exigen más medidas y otros que ven los ya agresivos esfuerzos del banco central como una peligrosa invitación a la inflación.

La Fed ha venido discutiendo la posible adopción de una meta de inflación para dar garantías a los mercados de que no permitirá que los precios suban pese a parecer priorizar el crecimiento económico.