En México la agenda digital ha sido atropellada por la agenda político-electoral, la absoluta falta de consensos y de articulación; el Estado mexicano no ha sido ágil en la provisión de espectro y el sector privado ha quedado a deber en la realización de inversiones, afirmó el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, durante el inicio de los Diálogos para la consolidación de la agenda digital.

Ahí mismo, el subsecretario de Comunicaciones, Héctor Olavarría, dijo que en México existe la imperiosa necesidad de que cada vez más población tenga acceso a tecnologías de la información y eso se logra a través de la penetración de la banda ancha a precios accesibles y mediante políticas públicas. En tanto académicos, especialistas en telecomunicaciones y legisladores advirtieron que en el país se está ampliando la brecha digital debido a que los deciles de mayores ingresos tienen acceso a tecnologías de la información al nivel de la Unión Europea, pero entre la población de los deciles más bajos el contacto es a nivel de los países africanos.

Apremian avanzar en banda ancha

Héctor Olavarría dijo que la penetración de banda ancha y la aplicación de tecnologías de la información han cambiado hasta la manera de hacer política en el mundo actual, por lo que dijo que es prioritario avanzar en este tema. El Banco Mundial ha estimado que para un país en vías de desarrollo un incremento de 10 por ciento en la penetración de servicios de banda ancha, propicia el aumento del crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 1.4 por ciento, pero advirtió que para que esto dé los resultados deseados es necesario complementar el acceso a banda ancha; debe haber contenidos relevantes, capacitación de las personas y de las empresas para el uso productivo.

Menos optimista, Mony de Swaan dijo que un diálogo como el iniciado ayer es indispensable porque en México no hay consenso sobre la agenda digital, pero tampoco sobre el uso que se debe dar al espectro, la transición digital terrestre, la promoción de inversiones, el despliegue de infraestructura o reformas legislativas mínimas, por eso los consensos son el mayor reto.

Dijo que los elementos básicos para construir una agenda digital son la planeación y administración del espectro, el uso de cada banda, el refrendo de concesiones, el impulso de inversiones. En un país con el rezago como el nuestro se podrían crear fondos de cobertura social con estrategias de inversión público-privadas, mientras que la recaudación pasaría a segundo término cediendo espacio a criterios enfocados a las características de los servicios.

Destacó que el gobierno federal no ha sido ágil en la provisión de espectro, pero los operadores tampoco han invertido lo suficiente. Nos comparamos mal en el número de megahercios, pero también en el número de sitios y torres desplegadas, por lo que urgió un nuevo marco normativo y regulatorio para la compartición de infraestructura, eliminación de cuellos de botella, nuevos usos de suelo, y aprovechamiento de derechos de vía. Así como llegar a acuerdos sobre el uso que se les debe dar a las bandas de 700 megahercios y a la de 2.5 gigahercios.

Advirtió que no puede considerarse sano que 95 por ciento de la red troncal de fibra óptica esté en manos de un operador o una paraestatal, por lo que sugirió que el gobierno aproveche la red de la Comisión Federal de Electricidad para redes de nuevos competidores, así como la entrada de operadores móviles virtuales .

Propuso que México cuente con su propio punto de interconexión de Internet (IXP) para evitar el viaje de ida y vuelta a Estados Unidos y reducir el costo de tránsito al evitar los costos asociados al transporte transfronterizo, lo cual dijo, debería proyectarse en el corto plazo.

Advirtió que todo esto es urgente, sobre todo para dar cobertura de banda ancha a zonas marginadas, que ya no tienen tiempo para seguir esperando a que en el centro resolvamos un debate sobre reciprocidad o falsa soberanía. Nuestra Ley de Inversión Extranjera también debe ser plenamente convergente.