El presidente Felipe Calderón ejemplificó el trabajo desarrollado en materia de seguridad pública durante su administración como quien entra a una casa desconocida, una casa nueva, y alcanza a ver ahí cucarachas corriendo por un rincón y metiéndose en un agujero en la pared y al levantar el tapiz o la duela de esa pared, lo que se encuentra es que está infectado de esos animales y esas plagas, y ante esa situación, lo que queda por hacer –subrayó– no es volver a tapar ese agujero, no es volver a pegar el tapiz o a poner, nuevamente, la duela, lo que hay que hacer es limpiar, reconstruir, sanear verdaderamente, poner nuevamente la casa en orden.

En el último desayuno de fin de año que le ofreció la Secretaría de Marina, ya que deja el cargo antes de que se inicien las fiestas decembrinas de 2012, Calderón aseveró que, independientemente del juicio que merezca para este tiempo de las generaciones venideras, por lo que a mí respecta es una conciencia absolutamente cierta de haber obrado en busca del bien de los demás, y en busca del bien de México que, al final de cuentas, esa es, precisamente, la única opción posible en la conciencia de cualquier patriota.

Ante el alto mando de la Armada, encabezado por el almirante secretario Mariano Francisco Saynez Mendoza; el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, y otros funcionarios de su gabinete de seguridad, el Presidente aseguró ayer que durante su gobierno nos tocó, desde luego, la responsabilidad justo en el momento en que la expansión territorial de los grupos criminales en México había tomado una velocidad y una virulencia inusitadas, y que esa violencia afectaba sensiblemente a las familias.

Actuamos a tiempo, justificó, porque ante una situación así, ningún gobierno, me refiero a ningún gobierno responsable, podía quedar impasible y pretender ignorar esa realidad y pretender decir que no pasaba nada.

Indicó que la defensa de las familias mexicanas es un imperativo categórico. Otros, quizá, podrán evadir ese imperativo; nosotros no. Nosotros no, en la medida en la que sabemos que es nuestra obligación y nuestro deber.

Luego de señalar que México ha enfrentado en estos años, mares de tormenta, pero que ha salido adelante, gracias a la tenacidad, perseverancia, disciplina, lealtad y al patriotismo que han mostrado sobradamente las fuerzas armadas del país, y desde luego, la Marina-Armada de México, se dijo satisfecho por lo que hemos hecho, con aciertos y errores, y porque después de su gobierno quedará una casa mucho más limpia, una casa mucho más segura, y una casa que será digna de ser habitada por los mexicanos.

El también comandante de las fuerzas armadas destacó que marinos y soldados son lo mejor de México, y que gracias a su sacrificio y patriotismo, el país se encamina más a su destino seguro, justo, próspero, democrático, libre y limpio al que todos aspiramos.

También destacó que en lo que va de su administración se incrementaron los ingresos del personal militar, particularmente personal de marinería y soldados, en casi 130 por ciento; se incrementaron los préstamos para la adquisición de vivienda, y que el gobierno federal garantiza el financiamiento íntegro a los hijos de los miembros de las fuerzas armadas para que estudien en la universidad que quieran, sea pública o privada del país.

Por otra parte, señaló que entre los 12 marinos a los que les entregó reconocimientos, junto con el almirante secretario por su labor durante este 2011, estuviera personal que participa directamente en el combate al crimen organizado, en apoyo a la población en caso de desastre, de salvaguardar la vida en el mar; y mencionó la importancia de los creadores del proyecto de avión no tripulado de la Armada de México, el cual sobresale por su bajo costo y operatividad.