El dirigente sindical Joaquín Gamboa Pascoe –casi en su novena década de vida– fue relecto ayer por otro año como presidente del Congreso del Trabajo, además de que se mantiene en la dirigencia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) desde 2005.

Gamboa ha sido diputado federal, senador y secretario general del PRI; también ha dirigido la Federación de Trabajadores del Distrito Federal desde el inicio de los años 70, es decir, durante más de cuatro décadas. Llegó a dirigir la CTM tras la muerte de La Güera, Leonardo Rodríguez Alcaine, luego de un fuerte diferendo entre dos grupos de esta central.

La CTM se dividió: uno de los grupos apoyaba a Gamboa Pascoe y otro impulsaba al líder petrolero, Carlos Romero Deschamps. Al imponerse el actual líder, el petrolero se distanció definitivamente de la sede cetemista.

La historia del movimiento obrero da cuenta de que Gamboa Pascoe creó polémica por sus desafortunadas declaraciones, una de ellas cuando cuestionado por la prensa, por los finos casimires que vestía y los vehículos de lujo que tenía, respondió: A mí nunca me verán de huaraches.

Otro dirigente que se ha eternizado en las centrales obreras corporativas es Víctor Flores Morales, quien también es diputado y asegura dirigir a los trabajadores ferrocarrileros, fue el encargado de informar ayer que el pleno del Congreso del Trabajo, acordó que Joaquín Gamboa Pascoe, continúe al frente del organismo cúpula del movimiento obrero por un año más.

Según apuntó, 40 líderes de diversos gremios resolvieron esta relección, e incluso sostuvo que la unidad alcanzada favorecerá a los más de 15 millones de trabajadores asalariados del país.

También politizó la permanencia de Gamboa al comentar que con este líder al frente del movimiento obrero, el PRI va a llegar fortalecido al proceso electoral del próximo año, con Enrique Peña Nieto, como candidato a la Presidencia de la República. El líder ferrocarrilero, que es uno de los representantes obreros ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y firmó el aumento de 2 pesos con 45 centavos para 2012, ahora dijo que el incremento a los mínimos no resolverá en nada la difícil situación de los obreros de México.